Cómo la web está cambiando el mundo ya es objeto de estudio
La cuarta parte de la población mundial es usuaria de Internet y los 3.500 millones de personas que usan diariamente la telefonía móvil ha trastocado de tal modo el mundo y la manera de pensar que obliga a hablar de una nueva cultura digital. Esta es la premisa de la que parte el libro La alquimia de las multitudes. Cómo la web está cambiando el mundo de Francis Pisani y Dominique Piotet, analista de Internet y consultor tecnológico, respectivamente. Un texto de divulgación sobre las transformaciones de la web y su impacto social, educativo y mediático. Según Pisani, uno de sus autores, “la mayor revolución se ha dado en la aparición de nuevas formas de organización como las redes, que no existían hace quince años y que es una de las maneras más eficientes de organización humana”.
Pocos son los que aún se resisten a entran en el mundo de las redes social, el aspecto más en auge en estos momentos. No es descabellado decir que si no estás en Twitter, Facebook o MySpace, por citar algunas, no estás conectado a la realidad. De echo no hay más que ver como va en aumento la publicidad en la Red, y como grupos musicales o partidos políticos encuentran una gran oportunidad de promoción en estas redes sociales.
Los autores de La alquimia de las multitudes apuestan por el término ‘webactores’ para definir la capacidad de los internautas actuales de producir, actuar, modificar y dar forma a la web de hoy, ya que el 60% de lo que hay en la red está producido por la gente y hay más actores que actuados. “Cualquiera que haya participado en Facebook o comentado un blog empieza a ser un ‘webactor’”, afirma Pisani.
Aunque no sólo eso, sino que los internautas se toman muy en serio sus derechos dentro de esta realidad tecnológica. No hay más que ver las protestas que están surgiendo por la nueva política de privacidad de la red social Facebook. Cerca de 130.000 usuarios reclaman que esta empresa no tenga la capacidad de controlar su información para siempre aunque cancelen sus cuentas. Uno de los grupos de protesta más nutridos es ‘My photos are MINE! NOT Facebook’s! Change the terms and conditions’ (Mis fotos son mías, no de Facebook. Cambien los términos y condiciones). Precisamente Pasini sugiere que el debate sobre la privacidad se focalizará en saber quién es el dueño de los datos en Internete y los beneficios económicos derivados de su propiedad. Fuente Xornal.com.
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