Después de la crisis de ansiedad, el juez español Garzón quiere dar un paso al costado

Además de ceder las diligencias de la presunta trama de corrupción a los tribunales superiores de Justicia de Madrid y Valencia, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón podría inhibirse en favor de un tercer tribunal, que bien puede ser de otra comunidad autónoma (por tanto, otro TSJ) o el Tribunal Supremo si el aforado (o aforados) susceptible de ser investigado es un diputado o senador nacional.

Así se deduce de una providencia dictada a primera hora de la tarde de ayer por el magistrado (justo antes de su ingreso hospitalario), en la que libra un oficio con carácter urgente al Servicio de Reprografía de la Audiencia Nacional para que pongan a su disposición tres copias de las actuaciones, al objeto de «resolver lo oportuno sobre la inhibición».

De esta forma, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 daba un paso más hacia su inhibición y al mismo tiempo introducía un nuevo elemento de intriga a las puertas del fin de semana: no sólo no ha identificado a los aforados que, en su caso, tendrían que ser imputados por los tribunales de Madrid y Valencia, sino que habría un tercer tribunal al que podría elevar una exposición razonada para que se investiguen los delitos supuestamente cometidos por un nuevo aforado. Además, en la providencia dictada ayer, Garzón señala que tomará una decisión sobre su posible inhibición cuando la Fiscalía Anticorrupción dé cumplimiento a los dos oficios sobre aforados que le remitió los pasados 18 y 19 de febrero. Horas antes de esta resolución, el responsable de Justicia del PP daba de plazo hasta el lunes para que el juez ceda la causa. En caso contrario, dijo, los populares se querellarán contra él por prevaricación.

No fue Trillo el único que habló de una presunta prevaricación. El vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa consideró que «desde el punto de vista genérico», si hay algún aforado en el procedimiento instruido por Garzón y éste no se inhibe, «podríamos pasar una línea roja que es muy importante, que es la prevaricación».

El vicepresidente del CGPJ reiteró que la inhibición del juez debería producirse desde el mismo minuto en que éste sepa si hay aforados en el proceso. De no ser así, indicó De Rosa, se podría llegar a considerar que alguien en la Audiencia Nacional está incurriendo en un delito. Fuente ABC.es.