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CAUSA ABIERTA

Un padre asediado por un Vaticano errático y un Berlusconi impresentable

Un padre asediado por un Vaticano errático y un Berlusconi impresentable

por Carlos Ma. Lemos El padre de la joven Eluana la está pasando muy mal desde hace 17 años. A su penuria ahora se suma el Vaticano que le grita que “deje vivir a su hija” y la presión del primer ministro Silvio Berlusconi, quien fiel a su manera de encarar las cosas serias, echa mano a un decreto violatorio de separación de Poderes, o sea de la Constitución.

El Vaticano ya no tiene credenciales para dictar normas de conducta. Sin hacer revisionismo de su historia al frente de las Cruzadas y al lado de Hitler, hace una semana abochornó al mundo cuando perdonó al obispo inglés que negó el holocausto judío.

Pero como la Gran Casa de Dios no quiso quedar mal a los dos días le exigió que se rectificara o lo echaban de nuevo. Italia está ofreciendo al mundo un espectáculo denigrante sobre el cuerpo inmóvil de Eluana Englaro, la mujer de 38 años, que está en coma vegetativo desde los 17 y sobre las espaldas de un padre que ha sufrido lo indecible. Se sabe que la justicia ya dispuso que sea desconectada de la sonda que la mantiene viva.

Todo lo demás es el circo que acostumbran montar los payasos de siempre.

Es la hora del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, quien en definitiva tiene la última palabra y no pudo ocultar su perplejidad por lo que hizo el gobierno. Beppino, el padre de Eluana observa con profunda tristeza la estéril discusión sobre la decisión del Tribunal Supremo que, en noviembre pasado, ordenó desconectarla.

Mientras, en el centro de reposo La Quiete, en Udine, los médicos siguen haciendo su trabajo, aplicando el protocolo que indica que la primera fase de la desconexión empezará hoy, cuando se reduzcan a la mitad los nutrientes que consume la paciente.

A las críticas relacionadas con el posible sufrimiento de la mujer, su neurólogo, Carlo Defanti, se defendió afirmando que "morir deshidratado es uno de los tipos de muerte más dulces que se conocen", y argumentando que "las pruebas científicas señalan que no sufrirá".

Pese a ello, un grupo de personas con carteles sigue parado frente a la clínica. Ninguna de ellas, ni Berlusconi, ni el Papa, ha ofrecido como solución tener a la chica bajo su custodia otros 17 años.

Este mundo es tremendo.

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