La mano de EE.UU. en la guerra del gas que mantiene a Europa helada
La publicación de un reciente acuerdo de alianza estratégica entre Ucrania y Estados Unidos confirma hoy las sospechas de que la actitud de Kiev en la denominada “guerra del gas” contra Rusia responde a intereses norteamericanos. Firmado en la capital estadounidense el 19 de diciembre por la secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice, y el ministro de Exteriores de la república ex soviética, Vladimir Ogryzko, el texto se mantuvo en la oscuridad hasta el 13 de enero.
Una cláusula sobre energética destapó la caja de Pandora del diferendo por el gas con Moscú, sin solución visible tras dos semanas, porque podría convertir a empresas norteamericanas en nuevas dueñas de la transportación del hidrocarburo ruso por Ucrania.Tanto Moscú como la Unión Europea (UE) expresaron interés reiterado en modernizar los sistemas de tuberías heredados de la época de la Unión Soviética, pero siempre la propuesta fue rechazada en aras de la “defensa de intereses nacionales”, comenta el diario Izvestia.
Empero, el acuerdo establece que Washington se ocupará de la reconstrucción de los gasoductos, lo cual constituye una vía para el incremento de su influencia geopolítica en el denominado espacio postsoviético. Al referirse a este asunto, el vicecanciller ucraniano Konstantin Eliseev no descartó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) asigne un crédito para respaldar estas inversiones.
La Constitución prohíbe transferir a manos extranjeras el patrimonio nacional, mas el préstamo de dos mil 500 millones de dólares podría incrementar en 30 mil metros cúbicos el tránsito hacia la UE, insistió el diplomático. El portavoz de Exteriores, Vasily Kirili, por su parte, reconoció que el acuerdo contempla mecanismos concretos de cooperación en el campo energético. Ucrania está interesada en la búsqueda de inversionistas para la modernización del sistema, pero para nosotros es importante que no formulen reclamaciones políticas ni ejerzan presión sobre el país, sostuvo ante medios de prensa en alusión a la Federación rusa.
Estas declaraciones, aportan una base a las denuncias del vicepresidente de la empresa rusa Gazprom, Alexander Medvedev, quien al observar que la actitud de Kiev en la “guerra del gas” convierte en rehenes a Rusia y a la UE, opinó que otro país dirige esas acciones. En alusión al acuerdo consideró extraño que una nación que no extrae gas en Europa ni tiene nada que ver con su transportación, rubrique un documento sobre tránsito del hidrocarburo, subrayó.
Es poco probable que los países de la UE fueran informados sobre ese entendimiento, concluyó el ejecutivo.
Al explicar la actitud dilatoria de Ucrania en el actual diferendo con Rusia, el experto del centro de Coyuntura Política Dimitri Absalov comentó que responde a varios factores favorables a Washington. En primer lugar, afecta la imagen de Moscú ante la UE como un suministrador fiable y favorece la construcción del polémico gasoducto Nabuco impulsado por Estados Unidos y la UE. Este proyecto debe llevar gas desde el mar Caspio al Viejo Continente, sin pasar por Rusia.
Desde otro punto de vista, en un año en que se debe convocar a elecciones presidenciales, esta es la última oportunidad de Yuschenko de mostrarse como el mejor representante de los intereses de Washington en Ucrania, por encima de su rival, Yulia Timoshenko. Absalov observó que los flujos financieros estadounidenses hacia Kiev se redujeron sensiblemente, y el jefe de Estado pretende regresarlos. En el campo político, señala el investigador, “la guerra del gas” aviva la confrontación Rusia-UE respecto a la seguridad energética y fortalece las posibilidades de obstaculizar un mejoramiento de los vínculos del equipo del nuevo presidente, Barack Obama, con Moscú.
Finalmente, el especialista subraya que las posibilidades de continuar carrera política en Ucrania con buenas perspectivas son mínimas para Yuschenko, quien mira al futuro, y convierte el diferendo en parte de un plan para seguir colaborando con las élites estadounidenses. Sobre esta base, el jefe de la comisión para la Política Económica de la Duma estatal rusa (cámara baja del parlamento), Evgueni Fiodorov, aseguró que la culpa de la interrupción del suministro de gas ruso a Europa la tiene Estados Unidos.
La disputa entre Moscú y Kiev, comercial por su esencia, tiene también carácter político porque la “revolución naranja” se realizó en Ucrania con el fin de crearle problemas a Rusia, concluyó el legislador en declaraciones a la radioemisora eco de Moscú
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