El hombre de 67 años sintió la clásica opresión en el pecho, comenzó a sudar y sus brazos se quedaron sin fuerza. Entonces les pidió a los tres delincuentes que lo apuntaban con armas que se llevaran el dinero y les permitiera llamar a la coronaria. Los desalmados no le hicieron caso y el dueño de casa cayó muerto de un infarto. Antes le habían pegado varios golpes en su propio dormitorio..
El espantoso caso ocurrió en una vivienda del barrio Sarandi y tuvo como víctima a Julio César Tomás Lucas, quien se encontraba junto a su esposa cuando irrumpieron los tres maleantes, uno de los cuales tenía tapada la cara con una capucha, en plena madrugada, luego de forzar un portón y romper la puerta de entrada. Los desconocidos revolvieron todo con inusitada violencia hasta lograron obtener 9 mil pesos de la jubilación de Tomás. Con el botín en su poder y la víctima fallecida, los sujetos escaparon presumiblemente en un auto.
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