Un preso argentino pidió volver a la cárcel para abandonar la casa de su suegra

Transcurría la mañana del 26 de febrero de este año, cuando Nelson Miguel Amaya asesinó a su cuñado, en un hecho acontecido en el barrio Los Pensamientos (en Trelew, Chubut).

Pero al no tener antecedentes, la jueza, Ana Servent, le concedió la prisión domiciliaria hasta que llegue el momento de dictaminar la fecha del juicio.

La casa de Nelson se encuentra a pocos metros de la de su hermana, esposa del hombre asesinado, por lo que, ante el temor de la mujer, no pudo regresar a su domicilio.

Frente a esto, Amaya tuvo una idea de la que días despues se lamentaria: cumplir el beneficio (es decir, la prisión domiciliaria) en casa de su suegra.

Una mañana, se presentó en la seccional tercera, donde le dijo a los intrigados agentes de guardia que lo esposaran y llevaran a la alcaldía. “Prefiero estar ahí antes que en la casa de mi suegra. Quiero que me trasladen”, explicó.

Pero al poco tiempo y a pedido de la defensa, fue trasladado a su vivienda pese a la oposición de su hermana. La justicia consideró que no existía peligro ya que el hombre no puede salir ni a la vereda.