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CAUSA ABIERTA

Tomar antidepresivos en el embarazo afecta al cerebro del bebé

Tomar antidepresivos en el embarazo afecta al cerebro del bebé

¿Deberían los psiquiatras y psicólogos ser más cuidadosos con los posibles efectos secundarios de los antidepresivos? Sí, al decir de Sampsa Vanhatalo, neurólogo y pediatra en el Hospital Infantil de la universidad de Helsinki (Finlandia), y director de un estudio sobre esta cuestión.

En su opinión, la medicación preventiva para la ansiedad y depresión de la futura madre durante el embarazo debería ser examinada con rigor. Habría que intentar primero un tratamiento no farmacológico.

La investigación llevada a cabo en Helsinki es la primera que estudia los efectos de los antidepresivos conocidos como SRI o inhibidores de la recaptación de serotonina en la actividad cerebral de los recién nacidos separándolos de otras consecuencias del desarrollo postnatal, como la influencia del ambiente y los cambios en la relación madre-hijo a causa de la depresión post-parto.

"Hemos detectado muchos cambios en la actividad cerebral de estos recién nacidos. Dado que no se corresponden con los síntomas psiquiátricos de la madre, pensamos que son un efecto secundario del tratamiento tomado por ella durante el embarazo", dice Vanhatalo.

La depresión y la ansiedad se suelen tratar con fármacos que afectan al metabolismo de la serotonina en el cerebro. Se trata de medicamentos bien tolerados y considerados seguros porque no causan malformaciones. Un 5 % de las mujeres embarazadas los toman. Sin embargo, estudios con animales revelan que pueden producir cambios microscópicos en la estructura cerebral del feto y alterar la red neuronal.

Un efecto que ya se conocía en recién nacidos humanos es el llamado síndrome SRI, que produce entre otros síntomas problemas respiratorios en los primeros días de vida. Además, otro estudio reciente hecho también en Finlandia, en las Universidades de Helsinki y Turku, mostraba que la ingesta de antidepresivos SRI aumentaba el riesgo de depresión infantil.

En el presente estudio conducido por Vanhatalo han participado 22 madres que tomaban antidepresivos SRI y 62 que no se medicaban. La respuesta neurológica y conductual de los bebés expuestos a los fármacos apenas presentaba pequeñísimas diferencias, pero no ocurría los mismo con la actividad eléctrica cerebral, en la que sí había notables divergencias.

En los niños cuyas madres habían tomado fármacos durante el embarazo la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales estaba más desorganizada y la sincronización entre los ritmos corticales era más débil.
Revista Muy Interesante

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