Grado inversor en Uruguay firme como una roca
En momentos que el gobierno discute con su bancada parlamentaria un ajuste fiscal de US$ 476 millones, la calificadora de riesgo DBRS le mantuvo la nota de BBB- así como la perspectiva “estable” de la misma.
“Los fundamentos de la calificación de Uruguay se encuentran sustentados en una gestión altamente eficaz de la deuda, sólidas instituciones públicas y amplios amortiguadores externos.
Contrarrestando estas se encuentran una limitada flexibilidad fiscal, un nivel de inflación persistentemente por encima del rango meta y la exposición a eventos externos. Las tendencias estables de las calificaciones reflejan la opinión de DBRS acerca de que los riesgos sobre las perspectivas se encuentran ampliamente equilibrados”, afirmó la calificadora canadiense.
La agencia marcó que “Uruguay cuenta con limitado margen fiscal para apuntalar la economía sin alterar la estable dinámica de la deuda del sector público”.
En ese sentido, recordó que el déficit del sector público consolidado aumentó a 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2014 y 2015, después de promediar 0,9% entre 2005 y 2011.
“La actual administración respondió al deterioro con un significativo endurecimiento fiscal en 2015. El gasto primario real del sector público se contrajo 1,7%, después de crecer a un ritmo promedio de 8,6% entre 2012 y 2014”, expresó DBRS en un comunicado.
Luego señaló que la “inflación por encima del rango meta constituye otro de los principales desafíos de política. La inflación anual se ha mantenido fuera del actual rango meta de política monetaria de entre 3% y 7% durante casi una década”.
Por otro lado, evaluó que “como economía pequeña, abierta y exportadora de productos básicos, Uruguay permanece expuesto a un incremento en la volatilidad externa. Tales riesgos se derivan de los volátiles flujos globales de capital, cambios abruptos en el tipo de cambio y un crecimiento global y regional más débil”.
En esa línea, indicó que “las distorsiones comerciales y las crisis económicas en Brasil o Argentina han afectado directamente la actividad económica causando una menor demanda de servicios turísticos y menores niveles de inversión.
Una desaceleración más pronunciada de China o de otras economías importantes supone un riesgo a la baja por medio de menores precios de productos básicos y una menor demanda de exportaciones de bienes”.
DBRS analizó que “la reducción del déficit fiscal y el alineamiento de la inflación con las metas oficiales podrían contribuir a una mejora de las calificaciones”.
Mientras que “por el contrario, las mismas podrían sufrir una presión a la baja si los amortiguadores externos se erosionan debilitando la resistencia de Uruguay a shocks adversos”, añadió.
El gobierno se puso como objetivo mantener el grado inversor que le otorgan cinco calificadoras de riesgo. Dos de ellas, (Moody’s y Standard & Poor’s) lo ponen incluso un escalón por encima del mínimo.
Por eso se propone llevar adelante una corrección fiscal de un punto del PIB, con un déficit que hoy alcanza a 3,5% del Producto.
En ese sentido, el analista para Uruguay de la calificadora de riesgo Moody’s, Jaime Reusche dijo en entrevista con El País que las medidas van en la buena dirección.
“Es importantísimo resaltar que de ninguna manera se cuestiona el grado de inversión. Lo que se cuestiona en todo caso es la perspectiva de la calificación, si se debe mantener en estable o los factores de riesgo son lo suficientemente significativos para habilitar un cambio”, afirmó.
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