Por dos tizas de pasta base mataron a joven en Trinidad: 3 presos por un homicidio de 2008
Después de ocho años, la Justicia determinó el procesamiento con prisión preventiva de tres personas por el asesinato del joven de 17 años Juan Carlos Matonte.
Su cuerpo sin vida había sido hallado en un terreno baldío, en la calle Piedras 438, cerca de un boliche nocturno, en la ciudad de Trinidad, departamento de Flores.
Presentaba heridas en su cuerpo y un balazo en la cabeza. Quedó en claro que el cuerpo fue trasladado hasta allí, pero no se sabe aún en qué vehículo ni desde dónde, aunque la Justicia presume que lo mataron en la vivienda de los procesados como autor y coautor del ajusticiamiento por encargo de un tercero.
El crimen ocurrió el 2 de noviembre de 2008 y la Justicia local de aquella época había laudado el tema con el procesamiento e internación de un menor de edad (absuelto después por el Tribunal de Apelaciones de Familia) y de otra persona adulta.
El Tribunal de Apelaciones en lo Penal había confirmado la sentencia de primera instancia en su contra, según las pruebas obtenidas en 2008.
Sin embargo, en julio de 2015, a solicitud del Juzgado departamental, con colaboración de la Policía de Flores y principalmente del departamento de Delitos Complejos del Ministerio del Interior, se reabrió el caso e indagó a 50 personas.
Después de vigilancias electrónicas y varias actuaciones terminó cerrándose el círculo en torno de los ahora procesados. Gerónimo Daniel Figueira, alias "Chupete", de 42 años, resultó procesado con prisión como autor ideológico del homicidio. Rodrigo Sebastián Etchisure Sena, alias "Nano", de 28 años, fue procesado en calidad de autor material del crimen. Y Robert Etchisure Sena, de 28 años, por coautor. Ambos actuaron a cambio de la recompensa de dos tizas de pasta base.
Los tres procesados poseen antecedentes penales y siempre negaron en tribunales judiciales su participación en el asesinato de Juan Carlos Matonte.
Para la jueza y la Fiscalía existen elementos de convicción suficientes para abrir la causa penal. Uno de los tres encarcelados, el autor intelectual, habría sentido celos sentimentales debido a que su pareja estaba vinculada con la víctima. Por eso pagó a los dos jóvenes sicarios con drogas para que cometieran la terrible venganza. El expediente fue catalogado como complejo y con varias aristas.
El enlentecimiento de la resolución del caso se debió al factor tiempo y al factor humano. La Justicia indicó que el hecho de no haber conseguido la prueba en su totalidad y de inmediato al crimen incidió en forma negativa. La investigación no fue realizada como correspondía.
En principio, en tribunales se habla de "omisiones de los investigadores" y no de "encubrimiento". Pero cualquiera de las situaciones demandará más averiguaciones. No quedan descartados más procesamientos, incluso de factibles encubridores.
Podría haber más culpables.
Durante 8 años los familiares y amigos del joven asesinado Juan Carlos Matonte cuestionaron las primeras investigaciones y las anteriores resoluciones judiciales. Hasta en manifestaciones callejeras alertaron que de los expedientes surgía que por lo menos cinco personas habían participado en el crimen y solo había un procesado. La madre de Juan Carlos, Mónica Figuerón, denunció además que hubo pruebas ocultadas.
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