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CAUSA ABIERTA

Biblioteca personal de Mario Levrero será vendida este sábado y domingo

Biblioteca personal de Mario Levrero será vendida este sábado y domingo

Los herederos del autor que falleció en 2004 decidieron vender su biblioteca personal con cerca de 1400 ejemplares; se realizará este sábado y domingo.

A poco de cumplirse 12 años de su muerte (30 de agosto), Mario Levrero, ese extraño escritor que cautivó a un pequeño séquito de outsiders en la década de los setenta y que ahora comenzó un lento proceso de canonización que lo reivindica como uno de los grandes escritores uruguayos, aún tiene un legado para dejar a sus seguidores.

Su salida de "este mundo tridimensional" dejó en manos de su "hijo espiritual", Juan Ignacio Fernández Hoppe, una biblioteca de casi 1400 libros, un carga "física" y "espiritual" que fue acumulando el deseo de "andar más ligero de peso". "Me di cuenta que la biblioteca era el 70% de las cosas que tengo", dijo Juan Ignacio a Uypress.

Jorge Varlotta, la verdadera identidad detrás del seudónimo que se adjudicó la autoría de obras como La máquina de pensar en Gladys (1970) y la novela La ciudad (1970), que junto a París (1979) y El lugar (1982) se encuentran reunidos en una Trilogía involuntaria (2008), además de otros títulos como Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo (1975), Los muertos (1985), Dejen todo en mis manos (1994) o El discurso vacío (1996), fue un fanático de la novela policial, a tal punto que 900 del total de ejemplares que colmaron los muros de su apartamento pertenece a este género.

Juan Ignacio, junto a los hijos biológicos de Jorge, Nicolás y Carla, optaron por ser fieles al espíritu de su padre y poner en circulación esta colección personal de obras. Así nace "Ex libris Mario Levrero", una venta abierta lanzada por Facebook y que su repercusión se les fue de las manos, según confesó Juan Ignacio.

"Nos sobrepasó por completo las expectativas. La primera instancia fue en diciembre donde se comunicamos con amigos, ex alumnos y personas de un círculo más cercano; ahí se vendieron y regalaron unos 20 libros", explicó.  Para esta nueva instancia que se llevará a cabo entre este sábado y domingo de 10 a 19 horas, ya hay más de 300 personas confirmadas por mail, otras 100 por mensaje privado y unas mil que pusieron "asistiré" en Facebook.

"Había una mayor satisfacción en repartirlos que en guardarlos", dijo Juan Ignacio a Uypress, asegurando que la venta de la biblioteca intenta evitar los espacios institucionalizados, canónicos, porque Jorge, quien siempre se definió como una autor amateur que defendía la escritura como un producto del "deseo y la inspiración" y que luchó contra las obstinadas estructuras de las publicaciones periódicas, "cuando abría un libro, los forzaba hasta que se le rompía el lomo para poder dar bien la vuelta a la página", dijo ejemplificando la relación de Jorge con las obras que poseía.

"Esto lo pudo haber hecho Jorge en vida -continuó Juan Ignacio (...)Lo que era un peso para mi, pasa a ser una satisfacción custodiada por muchos". Cada persona que confirme su asistencia y lleve un libro, dejará su email y pasará a conformar una especie de "comunidad del libro" donde un "investigador realmente obsesionado" podría encontrar cada ejemplar de la colección personal de Levrero  y conocer a cientos de fanáticos.

"Se levantaba a las dos de la tarde y no se le podía hablar hasta después de su desayuno. Comía tostadas con ricota, ponía dos botellas de Salus de vidrio delante de él y abría una novela policial -la abría bien, aclara- y esas eran las dos primeras horas del día de Jorge", narró Jorge Ignacio evocando la figura de un padre "raro", amante de "la droga" -así le llamaba Jorge a la novela policial- ,que lo acompañó desde los siete años hasta los 16, mientras estuvo en matrimonio con su madre.

"La literatura fue el modo de sobrevivir espiritual y psíquicamente y fue como él dijo: ´Es lo único que sé hacer'. Fue su principal medicina, su principal oxígeno y su modo de estar en el mundo", agregó.

Además de la colección de novelas policiales, la biblioteca de Jorge Varlotta cuenta con obra de autores clásicos de la literatura universal como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortazar, Albert Camus, Anton Chejov, Arthur Conan Doyle, Franz Kafka, D.H. Lawrence, Juan Carlos Onetti, Marcel Proust, entre muchos otros. El costo de los libros oscilará entre los 100 y los 600 pesos y cada persona podrá adquirir hasta dos ejemplares.

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