Justicia autoriza exhumación de víctimas en monumento emblemático del franquismo

Un juez español ha autorizado por primera vez la exhumación de víctimas del franquismo que están enterradas en el Valle de los Caídos, el monumento a las afueras de Madrid donde reposan también los restos del general Francisco Franco, dictador entre 1939 y 1975.

Fuentes de Patrimonio Nacional, el organismo público del que depende el Valle de los Caídos, confirmaron hoy que "cumplirán escrupulosamente las resoluciones judiciales en cuanto se les notifique", lo que previsiblemente ocurrirá durante la jornada.

El caso afecta a los hermanos Manuel y Ramiro Lapeña, fusilados y enterrados en una fosa común en Calatayud (noreste) en 1936, al comienzo de la Guerra Civil de la que salió la dictadura franquista, y posteriormente trasladados hasta el Valle de los Caídos.

Manuel fue fundador del sindicato anarquista CNT de Calatayud, y fue fusilado poco después del alzamiento militar de julio de 1936, mientras que hermano fue ejecutado en octubre de ese año.

Fue Purificación Lapeña, nieta de una de las víctimas, la que acudió a la justicia para conseguir recuperar los restos de los allegados que fueron inhumados en el Valle de los Caídos.

Situado a casi cincuenta kilómetros al norte de Madrid, el Valle de los Caídos es un conjunto monumental edificado en los años 40 y 50 por orden de Franco, quien eligió el emplazamiento y siguió la construcción.

Es un monumento conflictivo en España, ya que su construcción fue ordenada por Franco con la supuesta idea de enterrar a víctimas de los dos bandos de la guerra civil y que fue levantada, entre otros, por presos republicanos.

En un auto, el juez Jose Manuel Delgado estima la petición de Purificación Lapeña para recuperar los restos mortales de Manuel y Antonio Ramiro y reconoce su derecho a darles una "digna sepultura".

Se trata del primer caso de exhumación judicial en el Valle de los Caídos, y del primer caso de exhumación por vía civil.

El uso del Valle de los Caídos es objeto de debate en España desde hace años y hay juristas, políticos y asociaciones civiles que han pedido su transformación en un Espacio de Memoria, donde las víctimas de la dictadura y sus familiares puedan ejercer su derecho a la verdad y a la reparación.

También un lugar de homenaje e identificación de quienes fueron inhumados, con la publicación oficial de sus nombres.

El conjunto cuenta con una enorme cruz visible a decenas de kilómetros de distancia, una abadía con monjes benedictinos y una basílica con columbarios en los que están enterrados, supuestamente, unos 33.000 muertos de la Guerra Civil (1936-39).

La aplicación del fallo judicial dará paso a la actuación de un equipo de científicos y forenses encargado de localizar el número de columbario donde estén los hermanos Lapeña, exhumar sus restos mortales y trasladarlos al laboratorio.

Allí llevarían a cabo análisis para cotejar el ADN con los familiares y proceder o no a su identificación.

La polémica continuará porque una asociación que dice defender el complejo del Valle ha advertido de que iniciará acciones legales contra quienes manipulen los restos de quienes reposan en el osario, ya que ve difícil que se puedan encontrar los de los hermanos Lapeña sin tocar los de otros enterrados.
EFE