Muere el perro más viejo del mundo a los 30 años de edad

Tres décadas de vida. Así de asombrosa ha sido la existencia de Maggie, una preciosa hembra de la raza kelpie australiano que acaba de fallecer. Maggie era la perra más vieja del mundo, y vivió toda su vida junto a Brian McLaren, un granjero residente en el pueblo de Woolsthorpe (Australia).

Su dueño, que ha sido entrevistado por la web Weekly Times, explica que el lunes pasado por la noche encontró a Maggie tumbada en su cama, como siempre, pero que esta vez no se alegró de verle. “Tenía 30 años, pero todavía se movía bien y era feliz. Andaba desde la casa hasta el establo y perseguía a los gatos y los gruñía”, recuerda McLaren.

El estado de salud empeoró rápidamente en sus dos últimos días de vida. “Estoy muy triste, pero me alego de que haya tenido la vida que tuvo y también por la manera en la que se ha ido”, explica el granjero.

El hombre, que también ha sido entrevistado por el canal de televisión 7 News, explica que Maggie se tiró los últimos años de su vida durmiendo la mitad del día y siguiendo a su dueño por todas partes.

Aunque Maggie ha vivido muchos años, su dueño creía que iba a durar bastantes más, y que incluso le iba a sobrevivir.

La vida media de un perro depende de la raza a la que pertenezca. Los ejemplares grandes como Maggie suelen vivir entre 8 y 10 años, y los pequeños, entre 10 y 12. Hasta la muerte de Maggie, el récord del mundo en longevidad lo tenía un amigo llamado Bluey, que murió en 1939 con 29 años y 160 días de vida. También era un ejemplar australiano, pero de la raza pastor ganadero.
WTB