Fin de la cruel fiesta: Unión Europea aprueba el fin de las ayudas económicas a la tauromaquia

Se acabó la ‘fiesta’. Bruselas corta el grifo de las subvenciones a las corridas de toros. La Eurocámara ha votado por abrumadoa mayoría contra la posibilidad de financiar con fondos públicos esta actividad. La iniciativa ha partido del grupo parlamentario de Los Verdes.

Hasta ahora, se concedían unos 130 millones de euros al año a través del PAC, la Política Agraria Común de la Unión Europea. “Es una gran victoria. Los ciudadanos europeos ya no quieren subvencionar nada que implique matar a los animales”, asegura Florent Marcellesi, del grupo de Los Verdes, en declaraciones recogidas por el diario El País.

Las organizaciones animalistas denuncian que el dinero se entregaba en función de la superficie de la tierra, y no en función del uso que se hace de ella: así un ganadero que críe toros de lidia podía recibir la misma subvención que un agricultor.

La enmienda recuerda que los presupuestos no pueden “financiar actividades taurinas que impliquen la muerte del toro”, de lo contrario, señala, se estaría violando el Convenio Europeo sobre protección de animales en las ganaderías. Este Convenio establece que los animales “no deben sufrir dolor, lesiones, miedo o ansiedad” cuando estén en las explotaciones ganaderas.

Y aunque esta medida es un paso esperanzador para los amantes de los animales, todavía falta mucho para que de manera efectiva se terminen las subvenciones a los toros. La Eurocámara tendrá ahora que lograr que el Consejo Europeo respalde su votación y después será necesario cambiar las reglas de la política agraria para incluir los cambios aprobados.

A pesar de que de momento la decisión no tiene un valor efectivo, Marcellesi se muestra esperanzado por la progresión que ha visto en los últimos años entre sus compañeros en Bruselas. Según recoge Infolibre  “Esta mayoría holgada, mucho mayor que la del año pasado, prueba que la tauromaquia es cosa del pasado. Los representantes del pueblo europeo tienen claro que en pleno siglo XXI torturar animales por el disfrute y espectáculo no es en ningún caso cultura, ni mucho menos digno de ser financiando con dinero público”.
WTB