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CAUSA ABIERTA

Detalles desconocidos a 30 años del secuestro de avión de Pan Am que dejó 22 muertos

Detalles desconocidos a 30 años del secuestro de avión de Pan Am que dejó 22 muertos

Casi 30 años después del secuestro del vuelo 73 de Pan Am en el aeropuerto de Karachi, Pakistán, seis tripulantes hablan por primera vez con la BBC sobre aquella experiencia.

El 5 de septiembre de 1986, militantes palestinos de la Organización Abu Nidal (hoy en día desactivada) se tomaron el avión proveniente de Bombay, India, con destino a Nueva York, Estados Unidos, cuando hacía escala en Karachi.

Tras 16 horas, el drama tuvo un desenlace sangriento: 22 personas muertas y unas 150 heridas.

El evento sacudió al mundo entero pero, hasta ahora, la tripulación sobreviviente se había mantenido en silencio.

Pero ahora compartieron detalles íntimos de aquellos angustiosos momentos y de las últimas horas de su colega Neerja Bhanot, quien murió en el ataque y sobre quien trata una nueva película.

Rompieron el silencio, dicen, para honrar y reconocer el papel vital que desempeñaron todos a bordo, la mayoría desconocidos para el público en general.

"El secuestro no ha terminado para mí o mis colegas", dijo la asistente de vuelo Nupoor Abrol a la BBC.

"Algunos de nosotros, pasajeros y tripulantes por igual, todavía nos enfrentamos a los esqueletos del pasado, tratando de armar el rompecabezas de incidentes, secuencias, de las personas que estuvieron involucradas en la cadena de eventos".
Asalto de hombres armados

Poco antes de las 6 de la mañana, el vuelo 73 de Pan American World Airways (más conocida como Pan Am) estaba listo para continuar su itinerario de Nueva York, pasando por Frankfurt, Alemania, con 14 asistentes de vuelo a bordo.

Pero cuatro hombres armados, disfrazados de agentes de seguridad aeroportuaria, arremetieron contra el Boeing 747, disparando al aire.

La azafata Sherene Pavan, a la que los atacantes no habían visto, alertó del incidente a la cabina de mando indicando el código para secuestros.

Otra azafata, Sunshine Vesuwala, vio como uno de los secuestradores agarraba a su colega Neerja Bhanot y le apuntaba a la cabeza con una pistola.

Otro atacante, con su AK-47 y varias granadas a la vista, ordenó a Sunshine que lo llevara ante el capitán.
Pilotos desaparecidos

La cabina de mando estaba desocupada.

"Vi que la compuerta de evacuación en el techo de la cabina estaba abierta, pero me hice la distraída. Quería darle a los pilotos tiempo suficiente para escapar, en caso de que todavía estuvieran bajando por los lazos afuera del avión", explicó Sunshine.

Muchos han criticado a los pilotos por abandonar la nave, pero Dilip Bidichandani, otro sobrecargo, insistió en que su escape salvó más vidas.

"La evacuación de los pilotos del avión significó que no estábamos a merced de los terroristas que hubieran podido forzar a los pilotos a estrellarse contra un edificio o, inclusive, detonar una bomba en pleno vuelo", comentó.

El plan de los secuestradores era forzar a los pilotos a llevarlos a Chipre y luego a Israel, donde otros miembros de su organización estaban en prisión acusados de terrorismo.

Afuera, en la pista, funcionarios y autoridades iniciaban negociaciones, comunicando a los secuestradores que estaban buscando pilotos para llevarlos a su destino.

Entretanto, dentro del avión, el pasajero Rajesh Kumar, un estadounidense de 29 años, fue arrastrado de su silla y forzado a arrodillarse frente a una de las puertas abiertas de la nave, mientras le apuntaban con una pistola a la cabeza.

Cuando, después de una hora, no se presentó ningún piloto, Kumar recibió un tiro y su cuerpo fue expulsado a patadas del avión.

"Eso cambió todo. Fue la prueba de que eran unos asesinos despiadados", recuerda Sunshine.
Buscando estadounidenses

Después de unas cuatro horas, los secuestradores empezaron a tratar de identificar a ciudadanos estadounidenses a bordo.

Sunshine, Madhvi Bahuguna y otra azafata empezaron a recolectar los pasaportes de los pasajeros, pero escondieron los de EE.UU. debajo de los asientos o en sus ropas.

Aquella acción sería descrita después en un libro por el pasajero británico Mike Thexton de "extremadamente valiente, desinteresada y astuta".

Sherene y Sunshine fueron las asistentes de vuelo que más tiempo pasaron con el cabecilla de los secuestradores, Zaid Hassan Abd Latif Safarini.

Repetidamente las llevaba encañonadas hasta la cabina de mando, utilizándolas como escudos humanos mientras miraba por las ventanillas.

"En una ocasión me tomó del pelo, forzó mi cara contra la ventana y me preguntaba qué veía en la pista. Decía que estaba buscando aviones de combate estadounidenses", comentó Sherene.

Meherjee Kharas, el mécanico de Pan Am a bordo, fue forzado a comunicarse por radio con los negociadores en el exterior.
Caos y escape

Hasta entonces, los secuestradores todavía creían que les encontrarían un piloto para volar el avión.

Pero pronto perdieron paciencia y amenazaron que si no conseguían un piloto, matarían a un pasajero cada 15 minutos.

Nupoor intentó reconfortar a los pasajeros en su entorno mientras que su colega Dilip Bidichandani repartía sándwiches y Neerja distribuía agua.

Los secuestradores habían cerrado las puertas y bajado todas las persianas, pero el aire acondicionado y las luces permanecieron encendidas todo el tiempo.

A medida que caía la noche, Meherjee el mecánico advirtió a Safarini que la electricidad de emergencia duraría 15 minutos más.

Después quedarían en absoluta oscuridad.

Cuando finalmente sucedió el apagón, todos los asistentes de vuelo y los pasajeros estaban en la sección intermedia del avión. Varios estaban sentados en el suelo, en los pasillos y cerca de las puertas.

Los hombres armados se habían posicionado a cada extremo de los corredores.

"Se les había acabado la paciencia. Dieron un grito de guerra y empezaron a disparar contra la muchedumbre", relata Sunshine.

"Hubo grandes ráfagas de luz que cortaban la oscuridad. Y gritos".

Sherene vio que habían matado al mecánico Meherjee.

En el caos y la oscuridad, alguien había abierto por lo menos tres puertas.

La más cercana al ala fue abierta en función manual, lo que significaba que el tobogán de salida de emergencia no se había inflado.

Había que dar un pequeño salto hasta el ala del avión y muchos optaron por salir por ahí.

Nupoor y Madhvi se escurrieron por el borde del ala, fracturándose huesos al caer a la pista, unos seis metros más abajo.

Sunshine y Dilip también se encontraban en el ala pero no saltaron porque, en la oscuridad, no podían medir la distancia.

Vieron que otra puerta sí había sido abierta en función automática y que el tobogán de emergencia estaba desplegado.

Ingresaron de nuevo al avión y, con Sherene y otra colega, asistieron y guiaron a los pasajeros hacia la puerta con el tobogán inflado.

Cuando todos los pasajeros habían salido, la tripulación hizo algo increíble.

Al no escuchar más disparos pero sin saber dónde estaban los secuestradores, regresaron a la oscuridad del avión en busca de sobrevivientes.

Eso fue cuando Sunshine vio a Neerja.

Había recibido un disparo en la cadera y sangraba profusamente. Pero seguía consciente.

Con la ayuda de Dilip, llevaron a Neerja hasta la salida de emergencia. La deslizaron primero y luego salieron los dos.

Sherene y otra colega, Ranee Vaswani, fueron las dos últimas rehenes en salir del avión.

Dicen que Neerja fue llevada con vida al hospital Jinnah, de Karachi, que quedaba a varios kilómetros pero no sobrevivió.

"Era una escena caótica, como de una zona de guerra. Neerja todavía estaría con vida si hubiese recibido atención inmediata", aseguró Sunshine.

En cuanto a los secuestradores, tres de ellos intentaron escapar del aeropuerto pero fueron capturados.

El líder Safarini todavía se encontraba a bordo cuando las fuerzas de seguridad pakistaníes retomaron el avión.
Regreso a Pan Am

Después de un corto período, toda la tripulación del vuelo 73 regresó a Pan Am al menos por unos años más.

De vez en cuando coincidían en el mismo vuelo o se topaban entre ellos durante escalas. Nunca discutían sobre el secuestro.

Todos han lidiado con la experiencia de diferentes maneras.

Pero, en sus entrevistas con la BBC, hicieron hincapié en que ese día no hubo un único héroe.

Insisten en que los otros miembros de la tripulación que no fueron entrevistados tuvieron un papel igualmente importante.

También quieren dejar constancia de que echan mucho de menos a sus colegas Neerja Bhanot y Meherjee Kharas.





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