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CAUSA ABIERTA

Nació Valentino, el primer bebé uruguayo cuya gestación financió el Estado

Nació Valentino, el primer bebé uruguayo cuya gestación financió el Estado

El financiamiento de la reproducción asistida de alta complejidad se reglamentó el 27 de febrero 2015.

Karina y Eduardo son de Las Piedras, Canelones. En 2013, esta pareja decidió tener un hijo. Ella tenía 36 años y él 38. Se hicieron estudios en su mutualista de Canelones y el 22 de noviembre de ese año a Karina le diagnostican que tenía las trompas obstruidas.

Ellos hicieron todo el proceso con el FNR y las clínicas.

El 18 de junio les llegó un mail del FNR en el que les pedían depositar la plata del tratamiento en una cuenta del BROU. El costo total fue de 162.200 pesos (6.300 dólares).

La reglamentación establece cinco tramos de acceso a la financiación. Karina y Eduardo quedaron en el tercer tramo. Pagaron la mitad, cerca de 3.500 dólares. El resto lo puso el Estado.

Para pagar pidieron un préstamo en el trabajo de Karina y el procedimiento se hizo.

Los embriólogos les dijeron que había cuatro óvulos maduros y solo fecundaron dos. Las posibilidades eran menores. Generalmente, quedan siete maduros y de esos, cuatro fecundan.

El 31 de julio de 2015 se hicieron el análisis para ver si Karina estaba embarazada y se volvieron a Las Piedras. La noticia les llegó en el ómnibus, en el 175 a las 11 de la mañana, cuando ya había dejado de tomar la medicación porque había perdido las esperanzas de poder concebir.

“Llovía, un día horrible y nosotros sentaditos en el ómnibus. Me suena el teléfono y era la secretaria del médico. Me preguntó si estaba sentada y me pasó con el doctor, que me preguntó si estaba tomando la medicación. Le dije que no, que por un día no iba a seguir tomando. Él, muy chistoso, me dice: vas a tener que seguir tomándola. Yo, en esa negación que tenía, pensé: ¿hasta cuando voy a tener que seguir metiéndome cosas para adentro? No quiero saber de nada. El médico se dio cuenta que no había entendido y me dijo: estás embarazadísima. Eduardo escuchó y nos pusimos a llorar abrazados en el medio del ómnibus”, contó.
180.com

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