Choque por designación de Amarilla en Diputados: "Este es el templo de las leyes, no de Dios"

La elección del nacionalista Gerardo Amarilla como presidente de Diputados generó discrepancias entre los legisladores. El colorado Fernando Amado fue el único que votó en contra, asegurando que “es inaceptable que la ley de Dios esté por encima de las leyes de la República”.

El diputado nacionalista Gerardo Amarilla fue designado este martes como presidente de la Cámara de Representantes, en el comienzo de un nuevo período de sesiones. El nombramiento fue rechazado por el diputado colorado Fernando Amado, que lo criticó por creer "que las leyes de Dios están por encima de las leyes de la República".

Cada 1° de marzo, cuando comienza un nuevo período de sesiones, la Cámara de Diputados debe elegir a un presidente entre todos los integrantes de la cámara. El elegido surge habitualmente de acuerdos interpartidarios, por lo que la votación suele darse sin sobresaltos.

Este año, y luego de que el diputado del MPP Alejandro Sánchez presidiera durante el primer año, los partidos acordaron nombrar al diputado del Partido Nacional por Rivera Gerardo Amarilla. El legislador, electo por primera vez en 2010,  cobró notoriedad durante la pasada legislatura por su condición de evangélico y por reivindicar "la ley de Dios" en el marco de su actividad política.

De hecho, durante la sesión de este lunes su compañero de partido Pablo Abdala mencionó a Amarilla como "un hombre de gran espiritualidad, comprometido con los valores cristianos, que son los que reconocemos los integrantes de la comunidad nacional".

Según el nacionalista, "está claro que en la solidaridad y en el perdón nos identificamos todos los uruguayos, más allá de que realice esos valores por la vía que escoja".

Abdala aclaró, sin embargo, que Amarilla "cree en la supremacía de la Constitución y en el imperio de la ley" y que "eso será la certeza de que se cumplirán las garantías".

Inmediatamente tocó el turno del colorado Fernando Amado, quien anunció que no apoyaría la designación de Amarilla, proponiendo en su lugar al colorado Walter Verri. Amado justificó su postura alegando que apunta a "construir vida política" diciendo lo que piensa "sin medir los costos".

Amado aclaró que su rechazo a Amarilla no se funda en su condición de evangelista ni por sus críticas públicas a José Batlle y Ordoñez, sino a "cosas mucho más graves que sí son razones por las que no puedo votarlo de ninguna manera".

En ese sentido, sostuvo que "es inaceptable que un presidente de esta Cámara manifieste que la ley de Dios está por encima de las leyes de la República y más aún que no dudaría en 'caer en desobediencia civil' en caso de que alguna disposición esté en contra de las leyes de Dios".

"Estas advertencias me provocan alarma y el diputado Amarilla debe saber que este es el templo de las leyes, del respeto a la Constitución que los simples mortales hemos construido para convivir", afirmó. En la misma línea, apuntó que "el pacto social no puede bajo circunstancia alguna estar sometido a creencia o dogma de ningún tipo".

 Amado reconoció que su postura puede ser interpretada como una "falta de cortesía parlamentaria" pero la defendió en su función del "respeto que merecen las instituciones del país".

El propio Amarilla tomó la palabra inmediatamente después de Amado, pero se limitó a agradecer el apoyo de la mayoría de sus compañeros pero evitó referirse a la postura de Amado.

Otros legisladores terciaron en la polémica

La intervención de Amado generó que otros legisladores también se refirieran a la tensión entre la religión y la política. A su turno, el diputado socialista Roberto Chiazzaro apoyó la designación de Amarilla pero advirtió sobre la posibilidad de que la cámara se convierta en un ámbito de "proselitismo" religioso.

"Cualquiera de los integrantes de la cámara puede profesar la religión que le plazca pero este espacio no puede transformarse en un ámbito para el proselitismo religioso", afirmó el diputado, remarcando que si eso sucede la religión "se apropia de un espacio que es de todo".

Chiazzaro aclaró que "eso no quita que cuando levantamos la mano para votar lo hagamos con nuestra conciencia".

Más tarde, el diputado nacionalista y también de religión evangélica Álvaro Dastugue defendió a Amarilla asegurando que "los valores cristianos fueron los que fundaron esta sociedad".

"Han existido muchas críticas y muchas interpretaciones, a mí entender erradas, de lo que es la laicidad", prosiguió el legislador, considerando que "la laicidad es la neutralidad".

"Gerardo, más allá de todas las críticas y algunas amenazas que anduvieron en medios de comunicación, valientemente no ha ninguneado ni escondido su fe en Jesús ni sus principios y valores como persona", complementó.

Dastugue recogió los dichos de Amarilla sobre cuando ingresa al Parlamento "no deja sus principios junto con el saco".
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