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CAUSA ABIERTA

Cómo llegó el dengue a Uruguay, país que estuvo libre del virus durante los últimos 100 años

Cómo llegó el dengue a Uruguay, país que estuvo libre del virus durante los últimos 100 años

Uruguay se enorgullecía de ser el único país de Sudamérica sin casos autóctonos del virus del dengue. Su último caso registrado había sido en 1916, hace exactamente 100 años.

Pero eso cambió a mediados de este mes cuando las autoridades confirmaron la infección en una mujer de 31 años que vive en Montevideo y no había viajado fuera del país.

Desde entonces el brote se ha ido expandiendo: hay al menos 17 casos confirmados -11 de ellos autóctonos- y todos los días se analizan entre 40 y 50 casos sospechosos, según informó el Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay.

Las infecciones se concentran en la capital, pero también ha habido casos en otras partes de este pequeño país de cerca de 3,5 millones de habitantes.

Hasta ahora Uruguay -una nación con fuerte actividad turística, que todos los años recibe a cientos de miles de visitantes de las vecinas Argentina y Brasil, en especial en verano- solo había registrado casos de dengue "importados".

Tanto Brasil y Argentina, como el resto de los países de Sudamérica, suelen luchar entre el verano y el otoño con importantes brotes de este virus, que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti.

Sin embargo, los uruguayos habían logrado hasta ahora contener la enfermedad con éxito, aislando rápidamente a los infectados que venían del exterior para evitar que fueran picados y contagiaran el mal.

¿Qué cambió?
Turismo

Según las autoridades locales hubo dos factores que llevaron a que Uruguay finalmente perdiera la batalla contra el dengue.

Uno fue el gran número de infectados en países cercanos, en especial Brasil.

"Lo que nosotros siempre manifestamos es que (un brote) era muy probable por la situación que se venía viendo en lo regional", dijo la directora de Epidemiología del MSP, Raquel Rosa.

"El dengue es una enfermedad que llega para quedarse", lamentó.

Pero hubo otro hecho que empeoró el panorama: el boom de turistas uruguayos que viajaron al extranjero.

Y es que la depreciación del real brasileño, que se devaluó casi un 50% en 2015, llevó a que muchos uruguayos eligieran las famosas playas brasileñas como destino para pasar sus vacaciones.

Según las cifras oficiales, los viajes a Brasil aumentaron en un 104% en el último trimestre del año pasado.

Con una fuerte ola de calor, atribuida al fenómeno de El Niño -que está fomentando la propagación de los mosquitos-, las autoridades anticipan que los viajes al exterior continuarán, y con ellos aumentará la exposición al virus.

"Somos conscientes de que ha habido mucho turismo; tenemos muchos casos que han venido de donde tradicionalmente es endémico el dengue y por lo tanto es esperable que durante toda la temporada sigamos teniendo casos importados que ingresen en el país e incluso algunos asintomáticos", afirmó el ministro de Salud Pública, Jorge Basso.
Zika

El dengue es una infección que puede ser asintomática o manifestarse de manera similar a una gripe.

Normalmente no es grave, pero si uno es infectado con más de una cepa del virus puede contraer la forma más peligrosa de la enfermedad: el dengue hemorrágico, que en algunos casos puede llevar a la muerte.

Este virus no es el único transmitido por el Aedes aegypti. El mismo mosquito también contagia el chikungunya y el zika, enfermedades que tampoco se han presentado de manera autóctona en Uruguay.

Las autoridades locales están particularmente preocupadas por este último mal, debido a las investigaciones que vinculan al zika con la microcefalia, una alteración que afecta el tamaño de la cabeza en los fetos y que puede generar trastornos graves.

Si bien Uruguay no hay tenido ni siquiera casos "importados" de zika –hubo un caso sospechoso que se terminó descartando- las autoridades se mantienen alerta, debido a la expansión del virus en naciones vecinas.

En particular en Brasil, el país con el peor brote de la enfermedad, que se estima ha afectado a más de 1,5 millones de personas.

"Si hay dengue va a haber zika", sentenció al diario El País el experto en medicina fetal uruguayo Gustavo Malinger.

Algo que preocupa especialmente a las autoridades es un evento deportivo que podría aumentar el número de infectados uruguayos.

Se trata del encuentro que disputarán el próximo 27 de marzo los seleccionados de fútbol de Uruguay y Brasil, por las eliminatorias para el Mundial de Rusia.

El partido se jugará en Recife, en el noreste de Brasil, el principal epicentro del virus del zika.

La Asociación Uruguaya de Fútbol informó que prepara un protocolo especial para la protección de los jugadores pero será más difícil evitar que los hinchas uruguayos que viajen a apoyar a su equipo se contagien.
El alivio del frío

Por ahora las autoridades se enfocan en eliminar el vector que causa la infección, a través de fumigaciones y una campaña para que los ciudadanos eliminen los recipientes y la chatarra con agua estancada, donde los mosquitos alojan sus huevos.

Además, el gobierno redujo los impuestos a los repelentes y los entrega de forma gratuita en las zonas de menores recursos.

No obstante, los expertos saben que la única solución definitiva al problema vendrá en junio, cuando empiece el invierno y el frío haga desaparecer a los mosquitos.

Mientras tanto, se atajan para lo peor: el ministro de Salud Basso advirtió que los meses de mayor propagación del virus son marzo y abril.
BBC

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