Zalayeta le dio la misma "medicina" a Damiani e hizo lo que ni Bengoechea ni Pacheco se animaron

Gregorio Pérez, Fernando Morena, Antonio Pacheco y Pablo Bengoechea. Todas leyendas de Peñarol que han construido hinchas, torneos y mitos para agrandar la enorme historia del club.

Todos, también, víctimas de la personalidad de Juan Pedro Damiani, que en distintos momentos los sacó de la institución con maneras no del todo amables y para nada acordes con lo que los cuatro representan en Peñarol.

Pérez y Morena fueron destituidos como entrenadores, el primero luego de ganar el segundo Quinquenio y vía celular. Pacheco desestimado del club en dos oportunidades, ambas sin anuncios directos hacia él y con Pacheco pública y continuamente manifestando su deseo de permanecer en Peñarol.

Ahora le tocó el turno a Bengoechea, en la cuerda floja casi desde su llegada como DT y víctima constante de rumores salidos de la propia interna directiva para intentar desestabilizarlo. Incluso, le quitaron a Pacheco del plantel de imprevisto, al punto que Bengoechea admitió que pensó en irse cuando al Tony le mostraron la puerta de salida.

Sin embargo todos se mantuvieron en el club hasta último momento, con la esperanza de que el presidente Damiani les mostrara su retribución ante magras perfomances, recordando lo que ellos hicieron por Peñarol. Damiani nunca lo hizo, y ahora el presidente recibió el mismo trato por primera vez.

Marcelo Zalayeta, que acentuó su idolatría en estos últimos años a fuerza de campeonatos y goles clásicos, decidió irse de Peñarol seis meses antes de lo previsto. El goleador había anunciado su retiro del fútbol para julio, pero ante la destitución de Bengoechea recogió su ropa en Los Aromos y dijo basta, cansado del mal trato de Damiani para con los históricos y seguro de que pronto le iba a dar a él también de esa medicina.
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