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CAUSA ABIERTA

Los barrabravas del fútbol uruguayo "sufrirán" la receta alemana

Los barrabravas del fútbol uruguayo "sufrirán" la receta alemana

Jürgen Grab fue jefe de policía en Berlín y es experto en seguridad y orden público. A principio de mes llegó a Uruguay con una misión: trabajar con Danubio Fútbol Club para mejorar la seguridad de su estadio y el manejo de sus barrabravas.

Aunque la orden del presidente Tabaré Vázquez fue atacar en profundidad la violencia en el deporte y le pidió al director de la Secretaria Nacional de Deporte, Fernando Cáceres, que erradique a los barras y proteja a los hinchas, aún es una materia pendiente.

Así que Danubio, en el marco del programa alemán Senior Experten Services (SES), impulsado en Uruguay por la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana, puso manos a la obra.

La primera vez que Grab pisó Jardines del Hipódromo pudo ver de primera mano los problemas. Fue en el clásico contra Defensor, que estuvo demorado por la ausencia de efectivos policiales y, a los 15 minutos del segundo tiempo, empezó un enfrentamiento entre hinchas que culminó con diez detenidos y daños materiales. Con ese panorama, detectar los problemas no le fue difícil.

En inglés pero con un tono alemán y la seguridad de haber sido policía durante 35 años de una ciudad considerada segura, Grab dijo que ningún país puede eliminar a los barras pero aseguró que sí puede identificarlos y saber qué hacen. "Se debe estar en condiciones de poder determinar quién es un barrabrava y quién no. Muchos de ellos son especialistas en boxeo, por ejemplo, y eso debe estar en el archivo de los clubes y de la Policía", explicó a El País.

En Danubio, Grab vio desde pequeños detalles, como la posición y salida de la ambulancia, hasta la necesidad de crear un equipo y una metodología de trabajo sistemática para la seguridad del club.

Grab dice que los presidentes de todos los clubes uruguayos de fútbol deberían tener un archivo de sus hinchas violentos e incluir allí a todas las personas que no pueden ingresar a los estadios. "En Alemania no estamos autorizados a darles los nombres de nuestros hinchas a la Policía porque se tiene derecho a la privacidad. Pero si un fan está clasificado por barrabrava está fichado por la policía", explicó.

Comparte también la infiltración de miembros de la seguridad entre los hinchas, pero advierte que no es una medida suficiente para mantenerlos bajo control. "En Alemania, de la seguridad afuera del estadio se encarga la Policía y adentro la seguridad del club. Pero aquí los clubes de fútbol deben pagar para que los policías vengan. Creo que los clubes deberían pedirle al Estado queremos tener policía gratis sin pagar fuera, dentro nos encargamos nosotros. Pero esto es un problema político", opinó.

Más allá de las diferencias culturales, Grab dice que todos los clubes tienen el mismo tipo de fans y los describe como "emocionales". "Es peligroso si hay una rotación muy grande porque no se sabe quiénes son", advirtió el experto.

Para él, no alcanza que los equipos de seguridad de los clubes sean "fuertes", asegura que también deben ser "educados", "inteligentes" y "creativos".

"¿Por qué creativos? Porque si el plan A no es posible, debes tener un plan B. Y los hombres de seguridad no ganan mucho, y su educación de la escuela no es suficiente", afirmó y volvió a insistir en la necesidad de un trabajo coordinado.

"Los clubes deben trabajar con la policía, y la policía debe trabajar con los clubes. Danubio puede resolver los pequeños problemas que pueden haber. Si los problemas se transforman en crímenes, Danubio no tiene nada que ver y corresponde a la Policía", afirmó.

Para el dirigente del club de la Curva de Maroñas, Enrique Ares, era imprescindible trabajar la seguridad porque la violencia "está creciendo en la institución como consecuencia de lo que pasa en la sociedad".

"Creo que esto le va a servir a Danubio y a todo el fútbol porque nuestra idea es no ser egoístas y transmitir su experiencia con otras instituciones", comentó Ares.

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