Uruguay se aleja del TISA

Es solo una cuestión de tiempo. Más temprano que tarde, y de forma más o menos progresiva, el Frente Amplio empujará al presidente Tabaré Vázquez a decidir el alejamiento del gobierno uruguayo de las negociaciones dentro del TISA (Acuerdo Global de Servicios).

La fuerza política lo hará porque, en su gran mayoría, rechaza las características de esa liberalización comercial. Pero, además, porque, en buena medida, se siente respaldada por el propio Vázquez quien nunca se pronunció abiertamente sobre el asunto y dijo haberse enterado por la prensa acerca de las negociaciones iniciadas durante el gobierno de José Mujica.

Y Vázquez dijo más. "Lo discutiremos en el seno del Ejecutivo y también en el seno de la fuerza política que ejerce el gobierno", declaró el presidente. Varios dirigentes del Frente Amplio consultados por El Observador coincidieron acerca de que no tienen ninguna duda de que el mandatario dijo eso sabiendo que la coalición rechazará el acuerdo en un Plenario Nacional que se realizará el próximo 5 de setiembre. Y que piensa acatar la decisión.

Ese día se alinearán contra el acuerdo al menos el Movimiento de Participación Popular (MPP), la lista 711 del vicepresidente Raúl Sendic y el Partido Comunista.

Los comunistas fueron los primeros en manifestarse formalmente contra el tratado y luego hubo declaraciones en ese sentido de algunos de los principales dirigentes del MPP y la 711.

Esos sectores conforman la mayoría del Plenario Nacional y a ellos hay que sumarle el voto de las bases que no suelen ser amigables con ese tipo de pactos.

Además, esta semana el Partido Socialista aprobó un documento en el que, sin mencionarlo, deslizan una visión crítica sobre el TISA "La integración de cadenas productivas regionales e internacionales, que posibiliten potenciar los sectores con mayor agregación de valor, debe ser la línea estratégica de inserción internacional en este plano, y no la liberalización y desregulación que muchas veces propician los tratados bilaterales, plurilaterales o multilaterales, que plantean objetivos absolutamente opuestos", dice el escrito.

"Lo discutiremos en el seno del Ejecutivo y también en el seno de la fuerza política que ejerce el gobierno", declaró el presidente

El TISA es un acuerdo global del que participan 24 países –entre ellos los Estados Unidos y los integrantes de la Unión Europea– con el objetivo de liberalizar el comercio de servicios como el de las telecomunicaciones, el software, las telecomunicaciones y la energía. Es posible armar listas de excepción para proteger algunas de esas áreas.

El miércoles 19, una delegación del Secretariado Ejecutivo del FA se reunió con el canciller Rodolfo Nin Novoa y le advirtió que el gobierno no debería comprometerse demasiado en una negociación que luego puede ser rechazada por la fuerza política. A mediados de setiembre, pocos días después de que el Plenario tome una decisión al respecto, los negociadores uruguayos deberán encontrarse con sus pares de los otros países para comunicarles sus pretensiones.

En el Frente Amplio ya se discute en reserva las características de la declaración que emanará del Plenario del 5 de setiembre. Hay quienes hablan de un retiro "inmediato" del TISA y otros prefieren un alejamiento "planificado". Incluso no se descarta votar un cuarto intermedio, para no complicarle la vida a los negociadores, pero con el compromiso de que el pacto no avanzará. El canciller Nin Novoa considera poco beneficioso abandonar las negociaciones y el ministro de Economía, Danilo Astori (Frente Líber Seregni), fue claro acerca de que Uruguay "no puede perder la posibilidad" de avanzar en la firma del TISA.

Pese a su jerarquía, ambos funcionarios parecen destinados a perder esta puja interna en el gobierno liderado por Vázquez.