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CAUSA ABIERTA

Se fue el último avión de Pluna

Se fue el último avión de Pluna

Cinco meses atrás, el Aeropuerto de Carrasco era una fiesta cuando la naciente Alas Uruguay -aerolínea creada por exempleados de la antigua Pluna- anunció que llegaría el primer avión con el que comenzará a brindar su servicio. Sobre la pista un público numeroso esperaba ansioso el aterrizaje detrás de la baranda, cargando pancartas y banderas de Uruguay. Hasta figuras del ámbito político se hicieron presentes aquel día como, por ejemplo, la presidenta del Frente Amplio Mónica Xavier.

Cinco meses después, un nuevo hito ocurrió en el aeropuerto y sin embargo pasó desapercibido. El último avión de la exaerolínea Pluna -que cerró el 5 de julio de 2012 por insolvencia financiera- abandonó la pista uruguaya por última vez pero nadie estuvo allí para presenciarlo. Ni los funcionarios del aeropuerto ni de las Fuerzas Armadas estaban al tanto de que hoy era el día del despegue cuando fueron consultados por El Observador sobre el acontecimiento.

La aeronave, que se hacía difícil de visualizar entre la niebla, levantó vuelo por última vez en suelo uruguayo cercano al mediodía. Se perdió a lo lejos, bajo lluvia y a los ojos de unos pocos que justo pasaban por el mirador y se acercaron al ventanal curiosos al ver a una fotógrafa empeñarse por capturar algo del despegue.

El avión Bombardier CRJ-900 que partió este viernes era el último de los siete aviones que la exaerolínea tenía en su poder y que debió vender a la empresa estadounidense Strategic Air Finance (SAF) para cubrir deudas. Habían sido adquiridos por Pluna en 2008 bajo la gestión del exgerente general Matías Campíani, quien fue procesado en diciembre de 2013 por cometer irregularidades durante la administración de la empresa.

Como informó El Observador, la venta se concretó el lunes 27 de julio por un monto final de casi US$ 69 millones. La detección de fallas en nueve de los 14 motores de las aeronaves hizo que se descontaran US$ 6.3 millones del precio de US$ 77 millones que se había acordado en un principio.

En 2008 Pluna pagó US$ 203 millones por la compra de los aviones y debió acceder a un financiamiento a través de Scotiabank de Canadá con garantía del Estado uruguayo. Desde que la empresa cerró, las cuotas con el banco se abonan con partidas liberadas por el Ministerio de Economía y Finanzas a Pluna Ente Autónomo.

El dinero de la venta fue depositado en una cuenta del banco Santander y está a disposición del juzgado de concursos encabezado por la magistrada Sylvia Rodríguez.

Si bien el concurso judicial de Pluna Sociedad Anónima -encargado de la venta de los aviones- inició en julio de 2012, todavía se desconoce cuándo culminará el proceso judicial que determinará qué montos y en qué orden cobrarán las empresas y las personas físicas que tienen créditos para cobrarle a la desaparecida aerolínea.

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