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CAUSA ABIERTA

20.000 presos podrán votar en las elecciones brasileñas

20.000 presos podrán votar en las elecciones brasileñas

Unos 20.000 presos en espera de juicio y adolescentes que cumplen medidas socio-educativas podrán votar el 3 de octubre próximo, cuando Brasil elegirá a un nuevo presidente tras una campaña que llegó hoy a la televisión y la radio. En Brasil se encuentran tras las rejas unas 473.000 personas, de las cuales 152.000 aún no han sido condenadas y tendrían derecho al voto, según la agencia de noticias de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, sólo podrán votar unos 20.000, pues las autoridades han optado por no trasladar urnas electrónicas y mesas de votación a las prisiones consideradas de alto riesgo, que son la mayoría.
El derecho al voto de los presos existe en la Constitución brasileña de 1988, pero sólo a partir de marzo de este año fue regulado, cuando el Tribunal Supremo Electoral estableció normas para la instalación de urnas en las cárceles y centros de detención.
La preocupación por garantizar el voto de esas personas sigue los principios contemplados en la Constitución, aunque los presos con sentencia firme pierden ese derecho.
En algunos estados de Brasil, como en Sergipe (noreste), los presos pueden votar desde las presidenciales de 2002 gracias a decisiones de la justicia regional, que en las municipales de 2008 se extendieron a otros 11 de los 27 estados del país.
Según las autoridades electorales, los del 3 de octubre próximo serán los primeros comicios en los que los presos aún no condenados podrán ejercer su derecho a elegir a sus gobernantes en todo el país.
Ante esa novedad, el Tribunal Superior Electoral aclaró que los candidatos no podrán ingresar ni enviar material proselitista a las prisiones, aunque precisó que los presos sí podrán, desde hoy, asistir a los programas de campaña emitidos por televisión y radio.
De acuerdo a la nueva normativa, los juzgados de cada estado coordinarán la instalación de urnas electrónicas en las cárceles y centros de detención.
El magistrado Ricardo Lewandowski expresó su preocupación por la seguridad y los aspectos técnicos en regiones con gran población carcelaria, como Sao Paulo, donde hay 52.000 presos distribuidos en 388 prisiones y centros de detención y unos 4.000 tienen derecho a votar.
Sin embargo, el procurador general electoral, Roberto Gurgel, destacó que "las dificultades en Sao Paulo son más altas, pero la infraestructura (para garantizar la seguridad) también es grande".
En Brasil el voto es obligatorio para los adultos hasta 70 años y facultativo para los mayores de esa edad y los jóvenes entre 16 y 18 años.

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