El estrés infantil enferma y mata antes

El estrés en niños cada vez es mayor, lo cual trae aparejado enfermedades en la vida adulta, así como disminución de los años de vida, según anuncia un equipo médico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. A través de un conjunto de estudios, los investigadores, han demostrado que el estrés sufrido en la infancia como consecuencia de  la pobreza o al abuso emocional puede traer como desenlace enfermedades cardíacas, inflamaciones y acelarar en el envejecimiento de las células. Así a través de un estudio efectuado a 200 adolescentes sanos, en la Universidad de Pittsburgh , se pudo apreciar la relación entre vivir en niveles de pobreza y los signos prematuros enfermedades del corazón. Por lo tanto, se afirmó que cada vez es más certero establecer el impacto físico del estrés emocional en los menores. De este modo, se halló que aquellos que pertenecían a familias escasos recursos tenían arterias más rígidas y una mayor presión arterial. Asimismo, los investigadores determinaron que los niños de los hogares más pobres eran más favorables a calificar una serie de situaciones sociales simuladas como amenazantes, a lo que se sumó índices de presión arterial y hostilidad. Estas adversidades producidas durante la infancia  traen aparejado repercusiones en la vida adulta, como la inflamación y envejecimiento prematuro mucho antes que aquellos que no han sufrido traumas infantiles. En determinados casos se prevé que  la espectativa de vida puede disminuir hasta en 15 años.
Según la profesora Karen Matthews de la Universidad de Ohio State, afirma que "las interacciones con otros se convierten en una fuente de estrés, que puede incrementar la excitación, la presión arterial, los niveles de inflamación y acabar con las reservas del cuerpo, lo que establece un riesgo mayor para enfermedades del corazón".
Asimismo, los científicos de la Universidad de Ohio State estudiaron a un grupo de adultos que padecían demencia.
Entonces, vieron que sus indicadores de inflamación en la sangre, que puede ser uno de los síntomas del estrés, además de la extensión de sus telómeros, las capas protectoras del final de los cromosomas que están relacionadas con enfermedades de la edad.
De los  132 participantes, se pudo detectar situaciones de depresión y abuso de menores y negligencia.
Además se pudo constatar, que aquellos que vivieron una adversidad como niños tenían telómeros más cortos y unos niveles más altos de inflamación. En tal sentido, la profesora Janice Kiecolt-Glaser manifestó "nuestra última investigación muestra que las adversidades de la infancia proyectan una larga sombra en la salud del adulto y pueden llevar a mayor inflamación y envejecimiento prematuro mucho antes que aquellos que no han sufrido traumas infantiles. En algunos casos la esperanza de vida puede disminuir hasta en 15 años".