El número uno del mundo suplica para poder jugar

Ver para creer. El número uno del mundo suplicando al capitán de la Copa Ryder poder entrar en el equipo que debe hacer frente al combinado de Europa el próximo mes de octubre en Gales. Tras su tempestuoso escándalo marital y un regreso a los campos más errático de lo esperado, Tiger Woods queda ahora pendiente de la decisión de Corey Pavin para integrar el equipo de EEUU, ya que no está entre los ocho mejores de la clasificación de su país. Otra actuación gris, triste, en el Campeonato de la PGA que finalizó el domingo (El Tigre lleva más de dos años sin ganar un torneo del Grand Slam), no ayudó a mejorar las cosas. Woods acabó 28º, a nueve golpes del vencedor, el joven alemán de 25 años Martin Kaymer (heredero confeso de Bernhard Langer), y deberá recurrir a la misericordia –no exenta de justicia, claro– del seleccionador. Las ocho primeras plazas del equipo de EEUU ya están adjudicadas: Phil Mickelson, Hunter Mahan, Bubba Watson (segundo en el PGA tras el play-off de desempate), Jim Furyk, Steve Stricker, Dustin
Johnson, Jeff Overton y Matt Kuchar. Para las otras cuatro, a discreción del capitán, están bien situados Anthony Kim, Lucas Glover, Zach Johnson y el propio Woods, clasificado justamente en el puesto 12º.
«Bueno, Tiger es el número uno del mundo, ¿no?», afirmó ayer Pavin, insinuando que su nombre estará finalmente en la lista de escogidos. Pero Pavin también dejó claro que lo que pase en las tres próximas semanas será importante en el momento de la elección, fijada para el 7 de septiembre. «Le tengo en alta consideración, está jugando mejor y él quiere participar en el equipo. Pero la decisión final dependerá de mí», advirtió Pavin. «Creo que tengo posibilidades de ayudar en algún individual», ironizó Woods al respecto.