Los ingleses revelan los secretos culinarios que hacen fuertes a los jugadores uruguayos
Aldo Cauteruccio se asegura siempre con suficiente tiempo que la brasa esté en su punto antes de colocar las carnes. Con meticulosidad científica se cerciora de que el colar esté bien distribuido y que cada corte de carne esté bien colocado en la bandeja antes de asarlos. Este chef emana concentración pura mientras trabaja, como la de un delantero que de pronto se encuentra cara a cara ante un portero. Y es que la labor de Cauteruccio es extremadamente importante, si los jugadores del equipo uruguayo no hubiesen comido bien probablemente no hubiesen llegado a las semifinales en este Mundial de Sudáfrica 2010. El cocinero de la selección celeste nunca ha visto en sus 32 años de vida que el equipo de su país haya sido medianamente exitoso. La última vez que Uruguay llegó a semis fue en 1970 cuando aún no había nacido. "Es una sensación inexplicable", admite en conversación con BBC Mundo.
"No te imaginas lo importante que es estar aquí para mi y para mi familia", apunta.
Pese a su juventud Cauteruccio es uno de los veteranos de la delegación mundialista. Ya tiene 6 años trabajando con los diferentes seleccionados celestes.
"Ayuda mucho que tengo más o menos la misma edad que varios jugadores, quienes me hacen formar parte del grupo. Yo me siento como uno más y es que así ha sido este grupo en toda nuestra estadía", afirma.
"Yo siempre digo que el trabajo de los jugadores y el nuestro es igual de importante, cada uno en canchas diferentes, claro", apuntó.
Menú
No debe ser muy sorprendente que el principal ingrediente del equipo son las carnes. A fin de cuenta son uruguayos.
La delegación trajo más de una tonelada de carne consigo. "Entrecote, picaña, lomo, pollo, varios cortes diferentes", dice Cauteruccio. "Es parte de lo que se sirve todos los días", agrega mientras mantiene un ojo en la brasa que tiene en frente.
"Yo planifiqué lo que necesitábamos para estar aquí hasta la final, no podía preparar todo como para quedar eliminados en la primera fase", señala.
Conversar con el chef de la celeste permite acceder al reservado menú diario de un futbolista en un Mundial.
El equipo tiene preparado un servicio de bufet tres veces al día, elaborado siempre en conjunto con los nutricionistas de la delegación.
Además de los varios tipos de carnes, están los pescados y acompañantes como el arroz, las pastas, verduras cocidas, y al menos 20 variedades de ensaladas.
Mientras que para comenzar el día la opción son cereales, frutos secos, frutas, tostadas con miel y yogur.
"Y claro el mate (una especie de te que se toma en una bombilla), no seríamos uruguayos sin eso", dice Cauteruccio.
Costumbres
Para el día del partido la alimentación tiene que ser planificada acorde a la exigencia física que se espera. Es fundamental para el equipo de la cocina lograr que el equipo que entra a la cancha tenga la energía necesaria pero que no esté sobrecargado de alimentos.
BBC Mundo pudo conocer que en el ahora eliminado equipo argentino la preferencia antes de un compromiso eran las pizzas o la pasta. En el campo uruguayo la dieta es similar.
"La clave son comidas fáciles de digerir desde la noche anterior", explica el chef.
"En cambio el día después de un partido es común el asado uruguayo, algo muy tradicional. No sólo por lo que comemos, sino porque es la oportunidad de que el grupo comparta en lo social, lo que es igual de importante", añade.
Diego Forlán, una de las figuras celestes, constantemente ha colocado en Twitter fotos y videos de los múltiples asados que han habido dentro de la concentración uruguaya, para celebrar cada uno de sus avances desde el debut contra Francia al empezar el Mundial.
No obstante, a través de las fotos y videos de Forlán es difícil distinguir quién puede ser el de mejor apetito dentro del conjunto. A fin de cuentas en estos grupos siempre hay uno a quien saldrá más económico vestir que alimentar.
"Todos comen más o menos igual, se sirven las mismas cantidades desde el servicio de bufet. Cada uno lo que necesita", afirma Cauteruccio.
Dentro del conjunto hay una costumbre. Se espera hasta que llegue el último a la mesa para empezar. Y al terminar, se espera al último para levantarse. Una filosofía del equipo que trata de demostrar la unión de los lazos.
Algo que se ha podido constatar cuando se ve al equipo entrenando, en las ocasiones en que se permite la entrada a la prensa. De todos los equipos que BBC Mundo ha visto en entrenamiento, el de Uruguay es uno de los que se percibe más relajado y distendido.
A varios periodistas les sorprendió esto de cara al partido de cuartos de final ante Ghana, en Soccer City, Johannesburgo, al punto que el técnico Óscar Tabárez fue interrogado al respecto.
"Así como ustedes los vieron ahora en el campo, así son todos el tiempo. Es un grupo increíble", señaló Tabárez.
Quizás se debe al hecho de que a barriga llena corazón contento, como dice el dicho, y esto es resultado del trabajo de Cauteruccio.
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