Residuos forestales para desarrollar energía en Uruguay

El gobierno promoverá con un nuevo esquema de precios para el desarrollo de la energía base de residuos forestales. En pocos días estará pronto el decreto por el cual quedará establecida la nueva política del gobierno en la promoción para invertir en recursos renovables para la generación de energía eléctrica. El gobierno tiene como meta llegar a abastecer las necesidades nacionales de energía eléctrica con energía proveniente de los residuos forestales y de la cáscara de arroz. Estos recursos son un patrimonio del país por el cual no debe importar combustibles fósiles, básicamente petróleo. Junto con la energía a base de biomasa el gobierno promueve una industria metalúrgica nacional fuerte que deberá desarrollarse aún más tanto en volumen de su producción con en desafíos a la hora de diseñar nueva calderas para la generación de energía.
La meta del gobierno es llegar a los 200 MW en la modalidad de biomasa, también llamada energía verde. La energía a base de biomasa es una fuente renovable y su generación no es perjudicial al medio ambiente.
Las dos modalidades de compra
Dentro de las novedades para fomenta el desarrollo de la energía ‘verde’ se encuentra la fijación de un precio de compra por parte del gobierno a través de su empresa eléctrica, UTE. En una modalidad en la cual el generador puede enviar toda la energía disponible a la red, lo que se denomina ‘autodespacho’, el precio fijado sería de uno U$S 94 el MW/h. Aquí no interviene ninguna limitación ni en la venta ni en la compra. El preció está establecido de ante mano y se pagará por ello. En un segunda modalidad el contrato se establecerá un precio por asegurarle a UTE una potencia determinada disponible cuando esta lo solicite, ‘contrato por potencia’ y un precio de la energía vendida una vez que UTE convoque a este generador a volcarla a la red. En este caso el precio que se establecerá será de U$S 45 por potencia asegurada y U$S 103 por energía efectivamente vendida. Los contratos a establecerse serán de entre 15 y 20 años. Este plazo se debe a que son los necesarios para amortizar las muy importantes inversiones que se deberán realizar para concretar una usina a base de biomasa. Con estos precios sobre la mesa tanto los inversores privado podrán realizar sus cuentas a la hora de invertir en energía como por parte de UTE sabrá con claridad cuando y como convocar energías que serán autóctonas y que reducirá el peso de las importaciones de petróleo como reducirá las eventuales importaciones de energía de los países vecinos. Este nuevo decreto próximo a salir es producto de varios mese de mucho trabajo coordina y en consulta entre la Dirección Nacional de Energía a cargo del Dr. Ramón Méndez, como por parte de UTE y de los empresarios privados reunido en su AGUPEE, la Asociación Uruguaya de Generación Privada de Energía Eléctrica.
La construcción de una planta de energía a base de biomasa se calcula que la inversión deberá ser de uno U$S 2,5 millones por megavatio de potencia. Por tanto una planta a escala nacional de unos 10 MW estará en el orden de los U$S 25 millones.
Se trata de una inversión que quedará en territorio nacional, que involucrará trabajo nacional en su diseño y construcción y que su funcionamiento será un polo de trabajos asociados ya que la biomasa implica una logística de trasporte muy importante. Weyerhaeuser  es una planta que ya funciona a biomasa y le vende energía a UTE. Es uno de los modelos en funcionamiento. También se están construyendo cuatro plantas más. Uruguay tendrá ahora el desafío de tener la suficiente materia prima para la alimentación de estas plantas. La materia prima autóctona será un buen elemento para asegurar una mayor independencia energética o lo que el gobierno tiene como meta que es una mayor soberanía en los recursos energéticos. (UyPress)