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CAUSA ABIERTA

Especuladores de parabienes en Uruguay: el dólar se dispara gracias a "los buenos oficios" del gobierno

Especuladores de parabienes en Uruguay: el dólar se dispara gracias a "los buenos oficios" del gobierno

Que Economía tenga un objetivo explícito de tipo de cambio puede generar "inconsistencias" con la política monetaria del Banco Central pero, en principio, no tendría gran impacto, según analistas. Ayer el dólar subió 3,56% al conocerse la meta. Las declaraciones del subsecretario de Economía, Pedro Buonomo, a El País publicadas ayer generaron un "cambio de expectativas" en los agentes, dijeron operadores del mercado cambiario. Buonomo señaló el jueves que los modelos de esa cartera "indican que el valor `de equilibrio` del dólar se ubicaría entre $ 21 y $ 22, teniendo en cuenta los fundamentos de la economía uruguaya y las tendencias verificadas a escala internacional en las últimas semanas". "Estamos convencidos que ese es el valor de equilibrio y estamos dispuestos a hacer las acciones necesarias para llevarlo al nivel de equilibrio", había asegurado el dos del Ministerio Economía y Finanzas (MEF). Eso se vio reflejado en los montos de la divisa estadounidense que compró el gobierno esta semana y que totalizaron US$ 69,2 millones. Son las mayores desde principios de febrero de 2008. Para analistas consultados por El País esta política podría generar mayores presiones inflacionarias e inconsistencias entre esa estrategia de Economía y la que lleva adelante el Banco Central (BCU)."Este tipo de anuncios sirven para alinear las expectativas de los agentes, y como consecuencia lleva a que las acciones de política que deben tomarse (por ejemplo compra de dólares) sean menores respecto a un escenario `sin anuncios`", dijo el analista de CPA Ferrere, Rafael Mantero.Enfatizó que el hecho de que el MEF "fije un precio objetivo para el dólar, vuelve a la política monetaria uruguaya algo mucho más heterodoxo, en tanto además de los tradicionales objetivos de inflación que persigue el BCU, se le agregan los `objetivos` de tipo de cambio que persigue el MEF".Para Mantero esto determina "un régimen monetario/cambiario más complejo y menos definido, en el cual los agentes deberán monitorear como el gobierno en su conjunto maneja posibles tensiones entre ambos objetivos (tipo de cambio vs. Inflación)".En ese sentido, Ramón Pampín de PricewaterhouseCoopers señaló que "desde 2002 se logro un avance importante en dejar que el dólar -aun de forma `sucia`- quede atado a condiciones de mercado y menos a objetivos de tipo de cambio".Agregó que pueden existir "inconsistencias, pero no creemos que sean de mayor impacto, por lo menos en un primer momento".Según Pampín se podría esperar "algo más de inflación y algo más de carga de intereses, (pero) todo depende de las dos preguntas principales: ¿cuánto se compra? -la cual parece comenzar a responderse con esta decisión de elevar el dólar a $21-$22-, y la otra pregunta ¿cómo se compra? Sobre la cual aun tenemos que esperar para evaluarlo".A su juicio, si la mayor compra de dólares por parte de Economía "es con pesos genuinos del superávit (primario), no debería ser preocupante". Pero "si esas compras en parte dejaran de ser esterilizadas (o sea, no fueran realizadas con pesos genuinos provenientes de superávit primario) se podría elevar la inflación aunque esto no implica que la inflación, de todas formas, se ubique en los niveles deseados por las autoridades", agregó Pampín.Por su parte, Pablo Rosselli, director de Deloitte afirmó que "en estos días el gobierno ha sido muy explícito en que quiere un tipo de cambio más alto", primero a través del anuncio de una mayor presencia del MEF en la adquisición de dólares y luego con las declaraciones de Buonomo.Ambas generan un "impacto en la expectativa de los agentes que quizás estén contemplando un manejo monetario diferente", explicó.De todas maneras, que haya efectos -al alza del dólar- "más duraderos" podría lograrse "si el BCU pasara a tener un objetivo más definido de tipo de cambio y por tanto inyectara más liquidez (pesos) en el mercado", enfatizó Rosselli.A su juicio es "apresurado" sacar conclusiones sobre si la política del gobierno generará mayor inflación. "Si el BCU se mueve a una política monetaria más expansiva estaría incurriendo en mayores riesgos inflacionarios", evaluó.Según estimaciones de CPA Ferrere, una suba de la moneda estadounidense desde $ 19,50 hasta 21,50 (es decir un aumento de 10%) podría tener un efecto total sobre la inflación de algo menos de dos puntos porcentuales. En los 12 meses cerrados a mayor, la suba de precios fue de 7,09%.Buonomo dijo a El País que en caso de surgir presiones inflacionarias, no se descartaba una rebaja de tarifas públicas.En términos fiscales -vía suba en pesos de intereses de deuda a pagar-, Rosselli consideró que el efecto de un dólar más alto es "pequeño".Mantero dijo que haciendo un cálculo aproximado, un aumento de 10% del dólar generaría un incremento de los intereses (por deuda en esa moneda) de 0,2% del Producto Interno Bruto. Eso se da porque se necesitan más pesos (los ingresos de las arcas del Estado son en esa moneda) para pagar los mismos dólares.El billete verde tuvo ayer su mayor apreciación diaria desde el 15 de septiembre de 2008 -cuando estalló la crisis financiera internacional- al avanzar 3,56%, en un contexto de compras exclusivamente de bancos privados.La operativa por medio de las pantallas de Bevsa fue de sólo US$ 6,40 millones.Las transacciones interbancarias de la víspera se efectuaron a un promedio de $ 20,774, aunque llegó a operarse a $ 21, con lo que el dólar acumula ya nueve jornadas consecutivas de ascensos, igualando su mayor racha positiva también desde septiembre de 2008.Esto implicó un salto semanal de 6,96% para la moneda estadounidense, mientras acumula una apreciación de 8,49% en junio y de 5,84% en el año.Por su parte, el Banco República subió ayer la cotización al público en 55 centésimos hasta $ 20,30 en la punta compradora y $ 20,95 en la punta vendedora. El incremento semanal fue de $ 1,30 (+6,62%). Aún así, en la mañana de ayer algunas casas de cambio tenían en sus pizarras al dólar a $ 19,90 (compra) y $ 22,30 (venta).La cifra6,96% Fue el salto semanal que tuvo el precio del dólar aunque en lo que va del año acumula una apreciación de 5,84%.Decisiones claves en solo un mesTodo sucedió a ritmo de vértigo, para lo que habitualmente son cambios en proyecciones o políticas a seguir por parte de un gobierno.El pasado 10 de mayo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó los lineamientos para el Presupuesto y estimó un tipo de cambio para 2010 en promedio de $ 19,50 y asumió una leve suba para los años siguientes. En 2015 proyectó un dólar promedio a $ 21,60.Ocho días después, el MEF en conjunto con el Banco Central (BCU) anunciaron que el primero pasaría a sustituir al segundo en la compra de divisas.El pasado viernes 4 de junio el presidente de la República, José Mujica, expresó su preocupación -en su programa radial "Habla el presidente"- por el bajo valor del dólar y dijo que Economía iba a tomar medidas.El lunes pasado tras el Consejo de Ministros, el titular de Economía, Fernando Lorenzo, anunció que se empezaba a llevar a la práctica lo anunciado el 18 de mayo de que el MEF compraría más dólares y el BCU menos. Allí afirmó que el MEF no actuará "con un objetivo específico en materia de evolución del tipo de cambio, pero sí sabemos que el resultado de estas intervenciones va a ser un aumento" del dólar.El jueves, el subsecretario de Economía, Pedro Buonomo, dijo a El País que el MEF tomará "las acciones necesarias para llevar" al dólar al que entiende es su valor de "equilibrio" entre $ 21 y $ 22.

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