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CAUSA ABIERTA

Nueva York: Una mujer ordenó matar a su esposo millonario hace 20 años y ahora es condenada

Nueva York: Una mujer ordenó matar a su esposo millonario hace 20 años y ahora es condenada

Durante casi dos décadas, Barbara Kogan rechazó las sospechas que la rodearon, poco después de que su marido, de quien estaba separada, fue muerto a tiros afuera del apartamento de su amante.
Las autoridades tenían motivos de sobra para preguntarse si ella estuvo involucrada. La pareja estaba metida en un agrio proceso de divorcio y la mujer cobró unos $4.3 millones de dólares en seguros de vida después de la muerte de su marido, quien tuvo numerosas actividades empresariales en Puerto Rico.
Pero incluso después de que ella fue acusada y su cómplice declarado culpable, la viuda insistía en que no tenía nada que ver con la muerte del magnate de los bienes raíces George Kogan en 1990. A comienzos de este año, todo cambió.
Barbara Kogan se declaró culpable de organizar un asesinato a sueldo, que según los fiscales se derivó de los celos y la ambición.
La mujer, de 67 años, no dio explicaciones ni ofreció disculpas el viernes, cuando fue sentenciada incluso a 36 años de prisión, de los que deberá cumplir al menos 12. Pero uno de sus hijos consideró que había esperanza en la resolución del caso de 1990.
"Durante casi 20 años, he tratado de hacer a un lado las sospechas, concentrándome con ansia en otra cosa", dijo Scott Kogan, de 43 años, quien añadió que ahora piensa "en buscar la paz, dejar atrás esto y lograr el perdón".
"Quizás llegue pronto el día en que Barbara Susan Siegel Kogan reciba una bienvenida como una persona distinta", añadió.
Kogan se declaró culpable de homicidio y otros cargos, tras enterarse de que los fiscales tenían grabaciones suyas, donde hacía declaraciones que la incriminaban, a un amigo, mediante un teléfono de la cárcel, dijo el abogado defensor Barry Levin, quien añadió que la mujer quería también librarse a sí misma y a su familia de la angustia de un juicio.
A Kogan se le diagnosticó un desorden bipolar, y ha sido hospitalizada en varias ocasiones, incluidas tres en los últimos cinco años, añadió Levin.
"No digo esto para justificar el crimen... sino porque no creo que Barbara Kogan tuvo o tenga hoy la capacidad de reflexionar sobre sus actos", dijo Levin a un tribunal en Manhattan.
La sentencia cerró un caso que no sólo había mantenido en vilo durante años a la familia, sino también a los fiscales en Manhattan.
La investigación se extendió de Manhattan a Puerto Rico, donde la pareja vivió durante años. Pero el caso se estancó, en parte porque los fiscales buscaban presentar información de un cómplice, ahora convicto, quien fue encarcelado en México por otros cargos.
Descendiente de una familia que poseía tiendas departamentales en Puerto Rico, George Kogan fue dueño de un centro vacacional y casino, entre otras propiedades. Luego de mudarse a Nueva York en 1987, los Kogan compraron un apartamento en la Quinta Avenida e inauguraron una tienda de antigüedades.

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