Vino envenenado en Uruguay : la oficial de Policía queda en libertad y se desata escándalo por pericias
La ex comisaria María Lemos, acusada de haber escrito la esquela (hace 32 años) que acompañaba los vinos envenenados que mató a Cecilia Fontana, quedó en libertad por decisión de la jueza Gabriela Merialdo. La ex jerarca policial negó en todo momento su participación en el estrenduoso caso que en su momento conmovió a la opinión pública. María Lemos, de 64 años, fue sometida a pericia por parte del director de la Policía Técnica, Washington De Los Santos quien afirmó en su dictamen que su letra se correspondía con la de la carta enviada. La jueza ordenó otra pericia que no coincidió con el primer dictamen, lo cual podría provocar un escándalo de proporciones mayúsculas. Como adelantó "Causa Abierta", en las manos del perito en grafoscofía, el actual subjefe de Policía de Montevideo, Washington Curbelo, estaba el destino de la ex comisaria de Policía, María Lemos, indagada por su supuesta participación en la redacción de las notas que llegaron con el vino envenado que mató a Cecilia Fontana de Heber hace 32 años. El primer dictamen pericial fue realizado por el inspector Washington De Los Santos, Jefe de Policía Técnica. Este concluyó que la letra de la ex oficial se compadecía con la persona que escribió la carta. En el año 1985, María Lemos fue sometida a una pericia al igual que decenas de personas pero en aquella oportunidad el resultado fue negativo. Lo curioso del caso es que fue el propio Curbelo quien llevó adelante el trabajo pericial en aquél momento. María Lemos, de 63 años, está detenida desde el pasado jueves por orden de la jueza Gabriela Merialdo como sospechosa de haber sido quien redactó las notas que le llegaron con el vino envenenado que tomó Cecil Fontana de Heber, esposa del dirigente nacionalistas Mario Heber. Otras dos botellas habían sido enviadas a Luis Alberto Lacalle y Carlos Julio Pereyra en agosto de 1978. De acuerdo con el resultado que presente el subjefe de policía, el fiscal Juan Bautista Gómez resolverá si pide el procesamiento de la mujer por complicidad del homicidio de Fontana de Heber. La ex comisaria tiene antecedentes penales por delitos de corrupción y por colaboración en aborto. El caso fue reabierto en 2006 a pedido del ex senador Pereyra y del abogado Javier Barrios. Desde entonces esta mujer ha declarado varias veces y siempre negó ser quien redactó las notas. Tres pericias realizadas por Policía Técnica, entregadas en enero pasado al juzgado, encontraron coincidencia entre la letra de Lemos y la de las notas que acompañaban los vinos blancos de la cepa Riesling. El recordado caso de los vinos envenenados volvió a los titulares en las últimas horas a raíz de la detención de la ex comisaria María Lemos, acusada de ser la autora material del atentado contra la cúpula del Partido Nacional en 1978. El hecho le costó la vida a la mujer del ex senador nacionalista Mario Heber, Cecil Fontana, madre del actual senador Luis Alberto Heber (Herrerismo). Además de Heber, Luis Alberto Lacalle y Carlos Julio Pereyra recibieron el 28 de agosto de ese año una botella de vino blanco –variedad Riesling- en la puerta de su casa, sin identificación del autor y con una carta que los invitaba a festejar por la “patria en u su nueva etapa” el 31 de agosto al mediodía. Se presume que esa nota fue escrita por Lemos con un bolígrafo de tinta azul sobre una cartulina blanca. En diálogo con Observa este viernes, Carlos Julio Pereyra recordó que la Policía de la época –plena dictadura cívico militar- “no condujo a nada” la investigación porque “no se hizo correctamente”. “Más bien fue una farsa para disimular la situación, por eso la verdadera investigación es ahora”, dijo el ex legislador blanco. En 2007 Pereyra pidió a la Justicia que se desarchive la causa. El fundador del Movimiento Nacional de Rocha consideró que de confirmarse la responsabilidad de la persona detenida, se estaría en la “punta del hilo” que puede conducir a los responsables del atentado. “A esta señora alguien le ordenó redactar las tarjetas, y naturalmente tuvo que haberlo hecho con la complicidad de los jefes militares”, declaró Pereyra.
Al ser consultado a casi 32 años del episodio, el histórico dirigente blanco explicó por qué no bebió de aquel vino blanco -que contenía un poderoso veneno conocido comercialmente como “Fosdrin”-: “ninguna persona toma una bebida que no sabe de dónde viene. Ese vino llegó de incógnito y con un mensaje político en plena dictadura, no había que ser muy astuto para darse cuenta que era un atentado político”.
Lacalle tampoco tomó del vino -según cuenta- por recomendación de su esposa, Julia Pou, quien tuvo un “presentimiento” e impidió que lo haga.
Carlos Julio Pereyra sigue convencido que detrás de la maniobra estuvo la dictadura (1973-18985). “Yo digo que venía de fuerzas que respaldaban a la dictadura, naturalmente que eran de ultra derecha”, insiste.
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