Se viene el jaleo en España por recorte social

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha convocado para hoy a los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, a una reunión en el Palacio de La Moncloa para explicarles las medidas que anunció ayer y tratar de calmar las aguas en el campo social y laboral. Zapatero obra así porque, al margen de la repercusión de sus decisiones en otros terrenos, acaba de cargarse su programa electoral en materia social y su gran promesa a los sindicatos y, en menor medida, a la patronal: “Nunca haré una reforma profunda en la protección social y en las relaciones laborales sin el acuerdo de la patronal y de los sindicatos”. Por todas estas razones, Cándido Méndez, que hasta ahora estaba más próximo al Gobierno que Ignacio Fernández Toxo, advirtió ayer al presidente de que “las relaciones [del Ejecutivo] con los sindicatos van a cambiar”, porque, a partir de ahora, CCOO y UGT “tendrán que canalizar y gestionar el conflicto social”.  El recorte de la protección es la única condición impuesta públicamente por los sindicatos para organizar una gran protesta social. Las medidas aprobadas ayer son la congelación de las pensiones y en el endurecimiento inmediato para poder acceder a la jubilación parcial; en los recortes en la dependencia y en la reducción del 5% en el salarios de los funcionarios. En total, cerca de trece millones de personas se verán afectadas por el ajuste.
Méndez y Toxo anunciaron que, “con toda probabilidad”, en las próximas semanas organizarán “una contestación masiva en las calles” de España, porque el Gobierno merece “la máxima sanción social”. Bien es verdad que, tanto Méndez como Toxo, rehusaron entrar en detalles sobre si están pensando en una huelga general, porque, antes deben medir muy bien cómo llevar a cabo lo que es la máxima expresión de protesta social contra un Gobierno. Por esta razón, Domingo Fernández, presidente del sindicatos de funcionarios CSIF, dijo que una medida de este tipo hay que pensarla “desde la eficacia y la serenidad”. Pero en un comunicado difundido anoche, la central aseguraba: “Todas estas movilizaciones concluirán con la convocatoria de una huelga general en todas las Administraciones Públicas”. En la otra orilla social, la patronal CEOE calificó “de positivas” las medidas del Gobierno, “porque van en la línea con las que los empresarios han propuesto siempre”. Sin embargo, CEOE lamentó “que no se hayan adoptado antes” y aprovechó la ocasión para pedir al Gobierno, nuevamente, que “afronte las reformas estructurales que necesita el país”. Por ejemplo, y entre otras, una reforma laboral profunda.