Blogia
CAUSA ABIERTA

La mansión de Marbella, el viejo agente 007 y el lavado de dinero

La mansión de Marbella, el viejo agente 007 y el lavado de dinero

Una nueva investigación por blanqueo de capitales ha vuelto a poner en jaque un despacho de abogados de Marbella (Málaga). El Cuerpo Nacional de Policía registró el miércoles dos de las sedes de la firma DB&T en la Costa del Sol y Madrid en busca de documentación supuestamente relacionada con el lavado de dinero a través de operaciones urbanísticas. El caso, desgajado de la Operación Malaya contra la corrupción en el municipio marbellí, se instruye en el Juzgado 1 de Marbella. Hasta el momento no se han producido detenciones. La investigación aborda la compra de una parcela que había sido propiedad del actor escocés Sean Connery, de 79 años, según fuentes cercanas al caso. La finca fue transformada después en un complejo de apartamentos de lujo en primera línea de playa. El actor que encarnó al famoso agente 007 compró la Casa Malibú, situada entre el núcleo de San Pedro Alcántara y Puerto Banús a principios de los años 70. En 1998 la puso a la venta por nueve millones de dólares. La inmobiliaria británica Knight Frank se encargó de la venta. El complejo incluía una residencia principal, tres para invitados, piscina y jardines. La entrada y registro de los despachos se hizo de forma simultánea el pasado miércoles. En la operación participaron agentes de la sección de blanqueo de capitales de Málaga y de la unidad de delincuencia económica y fiscal de Madrid, además de inspectores de la Agencia Tributaria. Fuentes del bufete aseguraron ayer que los policías únicamente "acompañaron" a unos técnicos de Hacienda que realizaron una inspección. El despacho DB&T abrió en 1981 sus oficinas en Marbella y tenía entre sus clientes a numerosos extranjeros, entre ellos Connery. Al menos una decena de abogados trabajaron en su sede de la Costa del Sol, pero en los últimos cuatro años la plantilla se había reducido considerablemente. La parcela donde Connery residió al menos dos décadas con su esposa Micheline está ocupada hoy por una urbanización de lujo habitada, pero ilegal porque se ha construido más de lo permitido. Para regularizarla, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) requiere que el promotor, o los propietarios de los apartamentos en caso de que éste no responda, aporten 5.093 metros cuadrados para áreas libres (parques y jardines). Sus apartamentos están a la venta en varias inmobiliarias por precios que van de 1,4 a 2,2 millones. El veterano actor ya fue citado en marzo de 2009 por un tribunal de primera instancia de Ginebra para explicar unos negocios de diamantes, importantes sumas de dinero y villas de ensueño en la Riviera francesa. En esta historia, que se remonta 30 años atrás, está involucrado un promotor inmobiliario e inversor franco-suizo llamado Jean-René. Connery le hizo un préstamo en 1972 de cuatro millones de dólares para inversiones inmobiliarias en la Costa Azul y recibió como garantía títulos de propiedad y joyas por valor de ocho millones de euros. El problema radica en que el actor terminó vendiendo esos bienes. El promotor inmobiliario murió en 2002 y su único hijo, reclamó a Connery la devolución de los dividendos que le había generado la garantía. (El País de Madrid)

0 comentarios