Mineros furiosos velan los cadáveres de cuatro compañeros en la carretera Panamericana, bloqueada en Perú

Los cadáveres de cuatro personas muertas el domingo en un enfrentamiento entre mineros informales y policías son velados hoy al borde de la carretera Panamericana Sur, a la altura de la localidad de Chala, que continúa bloqueada por los manifestantes. La emisora Radioprogramas del Perú señaló que cuatro de los cinco fallecidos el domingo están siendo velados a la altura del kilómetro 616 de esa autopista.
Los cadáveres permanecen bajo un toldo y, hasta el momento, no existe un acta oficial del levantamiento de los cuerpos, porque los manifestantes no permitieron la intervención de la fiscalía de turno, según la emisora.
La zona está siendo vigilada por unos 200 policías para impedir que se repitan las violentas protestas de ayer que, según los lugareños, dejaron una cifra más elevada de muertos que los 5 que se reconocen de manera oficial.
Estimaciones extraoficiales indican que son unos 6.000 los mineros artesanales que bloquean la carretera, lo que ha dejado paralizados cientos de autobuses y obligado a muchos pasajeros a continuar su recorrido a pie.
Como medida de seguridad, las autoridades decidieron suspender hoy las clases escolares en Chala, hasta donde ha llegado el Jefe de la Región Policial Sur, Félix Murga, ya que también se ha reportado que algunos pasajeros han sido asaltados en la zona.
De mantenerse la protesta, la Fuerza Aérea Peruana (FAP) establecerá en las próximas horas un puente aéreo entre Arequipa y Pisco, para trasladar a los pasajeros varados en la carretera.
La huelga fue convocada por la Federación Nacional de Mineros Artesanales del Perú y la Federación Minera de Madre de Dios contra un decreto de urgencia que dispone la creación de una zona de exclusión minera en los bosques de la región de Madre de Dios.
Además, propone una etapa de formalización que evite el deterioro del medio ambiente por el uso indiscriminado del mercurio y de dragas.
El presidente peruano, Alan García, afirmó hoy que su Gobierno no permitirá la "minería salvaje", a la que consideró una fuente de contaminación de los ríos y "de peligro para la población amazónica y para la imagen de Perú ante el mundo".
El ministro de Justicia, Víctor García Toma, admitió anoche la muerte de cuatro personas en Chala, en la provincia de Arequipa, en el sur del país, y las fotos de sus cadáveres aparecen hoy en las primeras páginas de varios diarios.
A ellos hay que añadir el deceso de un mototaxista alcanzado por un disparo, supuestamente accidental, durante los disturbios.
Los mineros informales mantuvieron hoy sus movilizaciones e incluso un grupo de ellos intentó llegar hasta la sede del Congreso de la República, en Lima, acción que fue impedida por la policía.
En la selvática Puerto Maldonado también se han concentrado cientos de mineros, por lo que la ciudad ha paralizado gran parte de sus actividades, mientras que los mineros artesanales de Palpa, en la sureña Ica, también se han organizado para protestar.
El primer ministro, Javier Velásquez, acusó ayer a empresarios rusos y brasileños, que no identificó, de azuzar las protestas, mientras que el ministro de Ambiente, Antonio Brack, los vinculó con el Partido Nacionalista de Ollanta Humala, que hoy rechazó esas acusaciones.
Para evitar actos de violencia, el Gobierno decretó esta semana el estado de emergencia por 60 días en siete provincias de Ica, Madre de Dios y Arequipa y autorizó a las fuerzas armadas a intervenir ante la huelga indefinida.
La minería informal e ilegal en Perú se concentra principalmente en la extracción de oro en las regiones de Madre de Dios y Puno, en el sureste del país, y mueve unos 600 millones de dólares anuales.