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CAUSA ABIERTA

Bordaberry, en silla de ruedas y con sonda, reaviva el debate sobre los represores ancianos presos en Uruguay

Bordaberry, en silla de ruedas y con sonda, reaviva el debate sobre los represores ancianos presos en Uruguay

La comparecencia ante un juez del ex dictador uruguayo de 81 años Juan María Bordaberry (1973-1976), que se presentó en silla de ruedas y asistido por una sonda, amenazó hoy con reavivar la polémica surgida por la propuesta del presidente José Mujica de liberar a los represores mayores de 70 años. En medio de una nube de periodistas y fotógrafos que se quedaron con las ganas de verlo, Bordaberry llegó este martes a bordo de una ambulancia al Juzgado Penal de Séptimo Turno de Montevideo para recibir la notificación de la última sentencia dictada en su contra, del pasado 10 de febrero.
El fallo lo condenó a treinta años de cárcel por el delito de atentado contra la Constitución y es considerado por sus impulsores como "emblemático" y "único en el mundo" por el antecedente que deja.
El delito cometido por Bodaberry "es la madre de todos los delitos, pues es la violación a la madre de las leyes, que es la Constitución", afirmó a Efe en los juzgados una de las abogadas demandantes del caso, Hebe Martínez.
Minutos antes el ex mandatario se había retirado en la misma ambulancia en la que había llegado.
Bordaberry gobernó de forma constitucional de 1972 a 1973 y de facto de 1973 a 1976, y cumple actualmente arresto domiciliario por otra condena de 30 años de prisión como responsable del homicidio de 14 uruguayos desaparecidos durante su dictadura.
Su presencia en los tribunales había sido desaconsejada por sus abogados debido a que sufre asma bronquial severa, enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar y carcinoma de vejiga, y debe permanecer conectado 12 horas al día a una bomba de oxígeno.
Sin embargo, pese a que la jueza que llevó el caso, Mariana Motta, podría haberle enviado a su domicilio la notificación de la sentencia, rechazó la petición de la defensa.
La propia Martínez, aunque lamentó que el ex presidente no mostrará hoy a los uruguayos su estado de salud real, consideró "muy comprensible y muy humanitario" el reclamo de los abogados defensores.
"Los que defendemos los derechos humanos tampoco queremos que ni a los represores, por más represores o violadores de derechos humanos que sean, se les viole un solo derecho, pero tampoco que tengan muchas más garantías de las que tiene cualquier preso penal en este país", añadió.
Consultado por Efe, el analista Adolfo Garcé apuntó que lo sucedido "va a reavivar el debate que ha instalado Mujica acerca de cómo tratar a las personas mayores de 70 años que han sido procesadas por delitos de la dictadura".
Mujica, un ex guerrillero que luchó contra la dictadura militar y que se reintegró a la vía democrática en 1989, propuso recientemente dejar libres a los presos mayores de 70 años para descongestionar los penales, lo cual podría beneficiar a algunos ex represores.
Entre ellos, seis militares y dos policías en total, está el ex dictador de 84 años Gregorio "Goyo" Alvarez (1981-1985), sentenciado en octubre pasado a 25 años por la muerte de 37 opositores y que está recluido en un penal militar.
Según Garcé, la comparecencia judicial de Bordaberry "va a fortalecer la posición de Mujica de tratar de debatir esa situación".
Aunque el analista aclaró que se trata de "un debate que a la izquierda le resulta muy incómodo", pues la mayor parte de ese sector "ha visto con buenos ojos" que el ex dictador acudiera a declarar.
"Es muy probable que reavive de nuevo la discusión, si esa notificación se hubiera hecho a domicilio no pasaba nada", señaló por su parte el politólogo Juan Carlos Doneyart, que cree que "aunque la justicia en Uruguay es independiente", los medios de comunicación y el clima social la presionan de forma indirecta.
Doyenart considera que si Mujica mantiene su postura respecto a los reos ancianos "es la persona con más legitimidad para dar este tema por terminado, desde el punto de vista político y personal".
El gobernante estuvo 13 años preso, la mayoría durante el período de dictaduras militares (1973-1985) por su pertenencia al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana que protagonizó atentados, asaltos, secuestros y asesinatos, y que fue duramente reprimida por el Ejército y la Policía.
El experto consideró que el presidente "debe preferir un Gobierno donde pueda hacer cosas en lugar de quedar atrapado en el pasado".
El mandatario, considerado un político pragmático, ha asegurado a los militares desde que asumió el poder, que no busca venganza aunque también ha aclarado que no quiere un "punto y final" para los crímenes de la dictadura.

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