Prepotentes inspectores de tránsito de Montevideo serán sacionados

En cada esquina de Montevideo hay un lío con los inspectores de tránsito que se han formado la idea de que son todopoderosos y pueden atropellar impunemente a los automovilistas. La comuna capitalina tendría que someterlos primero a pericias psiquiátricas y si salen bien a un curso intensivo de buena educación y trato con los usuarios que les pagan el sueldo. En pocas palabras la mayoría son unos atrevidos. Es por ello que a Intendencia de Montevideo analiza qué tipo de sanción se le aplicará a varios inspectores de tránsito que fueron denunciados por una usuaria por abuso de autoridad. La mujer grabó en video el momento de la infracción por parte del funcionario público.
El director de la División de Transporte de la comuna, Gerardo Urse, dijo esta mañana a radio Carve que hoy se procederá junto al departamento de Recursos Humanos y Jurídica en analizar cuál es el procedimiento para este caso.
"Lo que se ve en el video perjudica la imagen de los inspectores en general, porque no es la manera de actuar que tienen en la calle", dijo el jerarca municipal.
Urse explicó que la mujer ya había radicado en forma verbal su queja el jueves en la División de Tránsito. No la pudo atender porque estaba "en reunión o fuera de la Intendencia". La señora planteó la situación pero no presentó denuncia ni video ya que quería entregárselo personalmente a Urse.
"El jueves lo vimos en televisión, el viernes nos pusimos en contacto con el canal, tratamos de ubicar a la señora, el viernes a la tarde ya lo teníamos (al video) en la oficina", explicó Urse.
El jerarca confirmó que tiene tomada una posición sobre el hecho pero aclaró que la decisión no depende de ella, sino de un procedimiento interno que se establecerá. "Se estudiará si cayeron en falta y en caso de hacerlo en cuál. Hay que estipular bien cuál fue la falta en la cual se cayó".
Urse dijo que desde su departamento se pedirá que se estudie y se apliquen las sanciones que se deben aplicar en estos casos.
Sí discutirán con el cuerpo de inspectores —integrado por unos 200 funcionarios— cómo una acción individual o colectiva puede llegar a dañar la imagen de un cuerpo de trabajo que "en general no actúan de esta manera".