Acusan a EE.UU. de usar derechos humanos como instrumento político

China acusó hoy a Estados Unidos de usar el tema de los derechos humanos como instrumento político para difamar e inmiscuirse en los asuntos internos de otros países y perseguir sus propios intereses.
Esa posición aparece en un informe sobre el tema de la Oficina de Información del Consejo de Estado, con el cual respondió a uno presentado la víspera por el Departamento de Estado referido a 2009.
Al denunciar que una vez más la Casa Blanca se erige como "juez mundial de los derechos humanos", advierte que el texto estadounidense está plagado de acusaciones sobre la situación en ese campo en más de 190 países y regiones, incluido el gigante asiático, pero hace caso omiso, ignora e incluso cubre las violaciones de estos en su propio territorio.
Señala que Estados Unidos, con su fuerte poder militar, ha perseguido la hegemonía en el mundo, mientras pisotea la soberanía de otros y viola sus derechos humanos.
El extenso documento explica que como mayor vendedor de armas, los acuerdos de ese país han extendido la inestabilidad por todo el planeta, mientras incrementa su presupuesto militar, que encabeza la lista global.
Recuerda que a principios de 2010, el gobierno estadounidense anunció una venta de armas a Taiwan por valor de seis mil 400 millones de dólares, a pesar de la enérgica protesta de Beijing, lo que daña seriamente los intereses de seguridad de China, y provoca la indignación de su pueblo.
Afirma que el Pentágono ha estado construyendo sus bases militares por todo el mundo, en tanto son frecuentes los casos de violaciones de los derechos humanos de los habitantes locales.
Titulado Registro de los Derechos Humanos de Estados Unidos en 2009, el informe precisa que ese país cuenta con 900 de esas instalaciones que acogen a más de 190 mil soldados y otros 115 mil empleados. Estas bases están dañando y contaminando el medio ambiente, recalca.
Al referirse a las tecnologías de las comunicaciones, asegura que Estados Unidos ha denegado todas las peticiones de otros países, así como las de organizaciones internacionales, incluida la ONU, de romper su monopolio sobre los servidores y de descentralizar su poder de gerencia sobre Internet.
También ha estado interviniendo en los asuntos internos de otras naciones haciendo uso del control que tienen sobre los recursos de la red de redes, añade.
Reitera que Washington ignora las convenciones internacionales sobre derechos humanos y adopta una actitud pasiva ante las obligaciones en esa materia.
Aclara que la Casa Blanca firmó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales, y Culturales hace 32 años, y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer hace 29, pero todavía no ha ratificado ninguno de los dos, ni la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad.
Como otro ejemplo de esas violaciones, cita el hecho de que el 13 de septiembre de 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el documento más completo y autoritario de la ONU sobre el tema, sin embargo, Estados Unidos se ha negado a reconocerla.
El informe de China, emitido por oncena ocasión, resalta que los hechos mencionados demuestran que el otro país no sólo tiene un mal registro de derechos humanos dentro de su propio territorio, sino que también es la fuente de muchos desastres en ese campo alrededor del mundo.
Puntualiza que durante años Washington se ha impuesto a otros, considerándose como la "policía mundial de los derechos humanos" e ignorando sus propios problemas al respecto.