Sarcófago de mil años hallado en México podría arrojar luz sobre la caída de la cultura Maya
Un sarcófago de piedra de más de mil años de antigüedad, que podría arrojar luz sobre la caída de la cultura Maya, fue hallado en la zona arqueológica de Toniná, en el estado mexicano de Chiapas (sureste), dijo el jueves a la prensa el arqueólogo responsable de la zona. La tumba fue localizada en noviembre por trabajadores del estatal Instituto Nacional de Antropología e Historia que realizaban trabajos en la ciudad maya de Toniná y podría pertenecer a un periodo de entre el año 840 al 900 de nuestra era, indicó Juan Yadeum, arqueólogo responsable de la zona.
"Se trata de un sarcófago de piedra que mide dos metros de largo por 70 cm de ancho, con una profundidad de 60 cm" y una lápida de las mismas dimensiones y un espesor de 15 centímetros, dijo Yadeum a periodistas.
El hallazgo permitirá tener nuevos elementos acerca de quienes "fueron los causantes del declive (de la civilización Maya), si fue gente local influenciada por un grupo del Altiplano, o venidas de esta parte de Mesoamérica o de Tabasco (suroeste)", estado vecino de Chiapas, explicó el especialista.
La civilización Maya, que se prolongó desde el 2000 antes de Cristo hasta su desaparición, hacia 1546, medio siglo después de la llegada de los españoles, desarrolló un avanzado calendario, grandes ciudades (las mayores de su tiempo en el mundo) y una organización política imperial.
Hay múltiples teorías sobre su ocaso, referentes a un debilitamiento por luchas intestinas, guerras y rebeliones, así como un posible abuso de recursos naturales que debilitó el ecosistema provocando prolongadas sequías y escasez de alimentos.
Este tipo de sarcófago "es único en el México antiguo, y en cierto sentido parecido al de la 'Reina Roja', descubierto en Palenque en 1994, tanto por su tamaño como por carecer de inscripciones", indicó, por su lado, el instituto de antropología, en un comunicado.
En el interior de la tumba, que entre los años 1490 y 1495 fue alterada por indígenas tzoziles, se encontró una olla, un cráneo, deformado y fracturado en varias partes y huesos largos dispuestos en cruz. Los restos podrían corresponder a una mujer o un niño de alta jerarquía debido a que los lóbulos oculares son reducidos, adelantó el experto, pero esto tendrá que definirse con estudios de antropología física, aclaró.
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