"La Araña Negra" o el mejor arquero de la historia
A Lev Yashin le decían la Araña Negra. Aunque comenzó jugando al hockey sobre hielo, pronto se convirtió en un futbolista de elite. El premio que la FIFA da en cada Mundial al mejor arquero lleva su nombre. Es considerado un héroe en su país. Casi ningún otro futbolista resultó tan paradigmático para su puesto como el arquero Lev Yashin. Le decían la Araña Negra por su vestimenta y porque parecía tejer una red delante del arco. Quienes lo vieron en sus mejores días cuentan que atajaba como ningún otro antes ni después. No hay casualidad en el siguiente detalle: el premio que entrega la FIFA al mejor arquero de cada Mundial lleva su nombre. No sólo eso: la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol lo consideró como el arquero más destacado del siglo XX.
Nacido en Moscú en noviembre de 1929, fue un emblema del fútbol de su país durante más de dos décadas. Había empezado atajando en el hockey sobre hielo, tan frecuente en el entonces territorio soviético. Llegó por azar a ese deporte: en tiempos de la Segunda Guerra, recién ingresado en la adolescencia, se vio forzado a trabajar en una fábrica de herramientas militares y allí se armó un equipo. Aceptó el ofrecimiento para ir al arco. Como luego aceptaría pasar a un arco más grande: al de fútbol del Dinamo Moscú.
Debutó en 1949 y finalizó su carrera en 1971, a los 42 años. Siempre atajó en el mismo club. Los datos estadísticos vinculados con él parecen mitología: se retiró con la valla invicta en 207 partidos de los 326 en los que participó. La leyenda cuenta, además, que atajó más de 100 penales. Además, ganó cinco Ligas y tres Copas. También fue brillante en el seleccionado soviético: se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, alzó la Eurocopa de 1960 y disputó tres Copas del Mundo (Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, en el que la Unión Soviética fue cuarta, en su mejor participación histórica).
A nivel individual recibió todo tipo de premios: en 1963 se convirtió en el único arquero en obtener el tradicional Balón de Oro al mejor futbolista del año. Cinco años más tarde recibió la Orden de Lenin, una condecoración entregada por el Soviet Supremo a los que consideraba héroes de la Unión Soviética o del Trabajo Socialista. Recibieron ese reconocimiento, entre otros: el cosmonauta Yuri Gagarin, el escritor Máximo Gorki, el Mariscal Josip Broz Tito (líder en tiempos de la ex Yugoslavia) y el cubano Fidel Castro. Hace una década los periodistas rusos lo eligieron como el mejor deportista local del siglo pasado. Y en Moscú una estatua lo recuerda todos los días.
Con el precioso y preciso trazo de sus palabras, alguna vez el escritor uruguayo Eduardo Galeano escribió sobre él: "Lev Yashin tapaba el arco sin dejar ni un solo agujerito. Este gigante de largos brazos de araña, siempre vestido de negro, tenía un estilo despojado, una elegancia desnuda que desdeñaban la espectacularidad de los gestos que sobran".
Cuentan que una vez le preguntaron cuál era la clave para ser el mejor arquero. Y este moscovita que sabía de sacrificios grandes respondió con una naturalidad de asombro: "Un cigarrillo para calmar los nervios y un trago para entonar los músculos".
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