La Gestapo sigue viva en Punta del Este

En un reportaje concedido al diario oficialista La República la doctora Adriana Graziuso, jueza penal de Maldonado, se mostró "algo sorprendida" por la repercusión que ha tenido a nivel local e internacional la decisión tomada días atrás de hacer retornar a su lugar de origen a una persona con antecedentes y a un menor de edad. Al respecto dijo que éstas deambulaban por Punta del Este sin un objetivo concreto y fueron identificadas por la Policía, ante la cual no pudieron demostrar que habían llegado a trabajar, que estaban buscando trabajo o que tenían vivienda y alimentación. Por lo tanto -aunque no lo dijo- de dispuso su expulsión del departamento. Graziuso recalcó que solamente se está aplicando la ley, "como lo hacemos todo el año en todos los casos". Graziuso explicó que la expulsión no se concretó "por su cara o su pelo, como se ha dicho por ahí". En realidad habría que recordarle a la jueza que quienes dijeron eso fueron sus propios colegas magistrados y especialistas en derecho penal, en un largo informe publicado en El País, quienes le dicen de todo menos que es bonita. La magistrado entiende que "tal vez lo que puede fallar en primera instancia es el control primario; si no existe ese control primario policial, nosotros no nos enteramos de la situación", dijo. En resumidas cuentas lo que la jueza quiere es que le traigan más desarrapados para echarlos. Explicó que el fenómeno de la llegada de personas sin trabajo, ocupación o vivienda a la zona, y además con antecedentes penales, se repite cada temporada, del mismo modo que llegan miles de turistas de diverso origen. "El tema es el control que pueda haber sobre esa población flotante", acotó. Pero la doctora Graziuso fue más gráfica aún al explicar que la intervención de la Policía para solicitar identificación se da a partir de las actitudes de determinadas personas, que pueden estar durante horas o días observando "qué hacen las demás" o permanecen demasiado tiempo en un mismo lugar sin un propósito definido. Maravilloso. Si a algún bohemio uruguayo se le ocurre ir a Punta del Este a ver cuantas puestas de sol le vengan en gana o permancer sentando en una plaza pública un par de horas es pasible de ser expulsado. Para reforzar su pensamiento dio el ejemplo de una (UNA) persona que días atrás estuvo varias horas deambulando y observando movimientos en una zona de Punta del Este hasta que rapiñó a una mujer. Respecto a personas que deambulan por distintas arterias, y fundamentalmente por aquellas como la Avenida Gorlero de Punta del Este "acosando" a otras, dijo que cabe la "intimación" en aquellos casos en los cuales alguien se sienta presionado en la vía pública, por ejemplo por gitanos, vendedores de distintos productos o quienes se autodefinen como cuidadores de coches u otros vehículos. Esta última modalidad suele ser la excusa más habitual cuando a un desconocido se le pregunta qué está haciendo. Ahh, sí, por suerte la jueza no se olvidó de los gitanos. Yo no soy gitano, no soy negro, no soy judío, ¿cómo era, señora magistrado? Pero la jueza no está sola en esta cruzada étnica de uruguayos "peligrosos". Hay, por ejemplo, un personaje que más vale no nombrarlo, que representa a los promotores turísticos de Punta del Este. El hombre fue entrevistado por VTV, mejor dicho se hizo un autorreportaje asombroso. Dijo: "no tiene sentido  que una persona no esté hospedada en un hotel o haya alquilado una casa aquí en Punta del Este". Y se preguntó "qué hace esa persona aquí, tiene que irse de inmediato". El periodista -faltaba más- no le hizo pregunta alguna. El gobierno de izquierda parece que, al igual que los promotores turísticos, está satisfecho con lo que está pasando en Punta del Este, de otra manera no se explica que el Ministro de Turismo haya dicho "hay que respetar lo que hace la justicia". Parece que el Secretario de Estado se olvidó que otra "justicia", la militar, mandó presos a cientos de sus compañeros sólo por pensar distinto a la dictadura y sin haber matado a nadie. Fueron presos, años, por porte de cara, señor ministro. "Causa Abierta" seguirá con su predicamento contra esta suerte de Gestapo que se instaló en Punta del Este. Porque además de insconstitucional, lo que están haciendo es promoviendo el germen del odio y eso es muy peligroso. Por tercera vez, no expulsen a más uruguayos de su territorio.