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CAUSA ABIERTA

Argentina tiene a un pequeño gran Banfield

Argentina tiene a un pequeño gran Banfield

Se decidía el Apertura. En La Boca y en Rosario. Banfield visitaba a Boca con la ilusión en llamas ante la posibilidad de conseguir el primer título en su historia. Newell's, dos puntos detrás del Taladro, recibía a San Lorenzo en un Coloso del Parque repleto. Ansiedad y angustia en la antesala de la felicidad absoluta o de la tristeza más profunda. ¿Qué cara mostraría la moneda?
Banfield contó con la primera ventaja de la tarde, mínima pero ventaja al fin. A las 17:19 Baldassi pitó el inicio en Rosario y Abal lo hizo cinco minutos más tarde en la Bombonera. Los de Julio César Falcioni jugaban con un delay mínimo para la especulación. Aunque algo es algo.
Los 4.500 fanáticos de Banfield que llenaron la tercera bandeja de la Bombonera estallaron en un grito cuando desde Rosario llegaba la noticia más esperada. San Lorenzo jugaba mejor y Newell's daba muchas ventaja en defensa, sin su capitán Rolando Schiavi, ausente por lesión. Por eso a los 8, Bordagaray se metió en el área, Insaurralde lo bajó y Baldassi no dudó: penal. El Kily González acomodó la pelota tomó carrera y sacó un violento zurdazo cruzado. Sebastián Peratta agudizó todos sus sentidos se arrojó sobre su izquierda y evitó el gol con un manotazo. El festejo viajó 300 kilómetros y ahora eran los de La Lepra los que se abrazaban.
Sin embargo duró poco el desahogo de Newell's, porque el movedizo Bordagaray dominó un pelotazo de Migliore a los 10. Se metió en el área por izquierda. Enganchó y dejó en el camino a Insaurralde. Remató de derecha, a colocar y la pelota se clavó en el ángulo izquierdo de un Peratta impotente. Otra vez en La Boca el Taladro veía como su sueño cada vez era más palpable. Sin embargo, también fue efímero. Porque Barraza le pegó un patadón en el pecho a Gaitán y Abal cobró la pena máxima sin objeciones. Martín Palermo no falló su zurdazo y abrió el marcador.
Con Banfield y Newell's abajo por 1-0, empezaba otra historia. La necesidad de Newell's de dar vuelta el resultado para ser campeón y la urgencia de Banfield para llegar a la igualdad que, de mínima, le permita acceder a un hipotético desempate. Aunque nada importaría si en Rosario el local no revertía el marcador.
Así las cosas, en Rosario surgió todo el amor propio de los jugadores de Newell's motivados por el incesante apoyo de sus hinchas, que a gritos empujaban a San Lorenzo contra el arco de Migliore. Mientras Banfield no encontraba respuestas en la Bombonera, en el Coloso Formica tuvo el empate con un zurdazo cruzado que se fue apenas afuera a los 29 y después Migliore sacó por encima del travesaño una bomba de Achucarro desde muy lejos. Newell's acorraló a su rival en los últimos minutos, pero el empate no llegó en el primer tiempo.
Mientras Sensini daba indicaciones en el vestuario, en Capital Silva era el abanderado de Banfield en busca del empate. A los 44, le bajó una pelota con la cabeza a Seba Fernández que quedó cara a cara con Abbondanzieri. Pero el derechazo del uruguayo se fue al lado del palo izquierdo del Pato. También se terminó en La Boca la primera etapa: 1-0 acá y 0-1 allá.
Esta vez, en simultáneo, comenzaron los segundos tiempos. Tanto Banfield, como Newell's salieron apurados en busca de ese título en suspenso. Boca y San Lorenzo, en ventaja, se refugiaron en los primeros minutos. Pudo ser de Formica a los 3, pero Migliore no lo dejó. Para sumar dramatismo, Boghossian se llenó el rostro de sangre por un golpe y Baldassi tuvo que esquivar un zapatazo que cayó de la platea.
Pero fue Banfield el que estuvo cerca del empate ante Boca. Víctor López cabeceó afuera a los 7, un minuto después Silva metió el frentazo pero contuvo Abbondanzieri y después otra vez Víctor López se lo perdió tras un tiro libre de Erviti.
No había caso, el empate no llegaba para el Taladro, tampoco para la Lepra. Y a los 14, Palermo le clavó otro puñal al único líder. Centro pasado, Paletta devuelve el envío al centro del área y por el segundo palo apareció el Titán para tocar de derecha y sentenciar el 2-0 de Boca. Expectativa en el Coloso, y en la tercera bandeja de la Bombonera desazón total. Los hinchas de Banfield sabían que con dos goles de Newell's el título se iría para Rosario.
Pero Newell's no reaccionaba. Sin ideas y lleno de urgencias chocaba con la defensa del Ciclón liderada por Aguirre, y Migliore, atento, se quedaba con cada centro al área. De contra, San Lorenzo terminó con las ilusiones de su rival. A los 22, el uruguayo Pintos desbordó por derecha, centro atrás y gol de Bordagaray. El 2-0 en Rosario resucitó a los hinchas de Banfield que empezaron a festejar el primer campeonato de su historia con un grito de gol ajeno.
En el campo de juego los jugadores de Banfield parecían entregados. Agotados de luchar en un torneo desgastante. Lo único que quedaba era esperar... Esperar que Newell's no realizara un milagro y marcara tres goles. Y esperar que el tiempo pase para poder desatar el festejo desaforado.
Al final el 2-0 quedó instalado en La Boca y en Rosario. Los dos aspirantes perdieron en la última fecha. Pero el Taladro contaba con esa ventaja que le dio el triunfo agónico sobre Tigre y la ayuda de Arsenal. El Taladro tenía dos puntos más que fueron los que finalmente le permitieron festejar. Un grito de campeón atragantado durante más de 100 años que cortó el viento hasta el Sur, hasta el Florencio Sola donde el pueblo de Banfield se despertaba de un sueño que se había convertido en realidad. Banfield es el nuevo rey del fútbol argentino.

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