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CAUSA ABIERTA

Por qué el cáncer es tan doloroso

Por qué el cáncer es tan doloroso

El dolor es el más frecuente y devastador síntoma de las personas que padecen cáncer. Por lo general, su intensidad aumenta a medida que la enfermedad avanza.
Se sabe que el 53 por ciento de los pacientes con tumores malignos presenta algún tipo de dolor; de ese total, la tercera parte lo califica como severo. Tres de cada diez personas de este último grupo -señalan estudios- siguen con dolor incluso después de que su cáncer se ha curado.
El dolor que sufren entre el 65 y el 85 por ciento por ciento de estos enfermos, es producido por el tumor o por sus metástasis, que afectan directamente los receptores de dolor en los tejidos, aunque el tipo de tumor, la extensión y la localización, nada tienen que ver con la intensidad o la duración.
Del 15 al 25 por ciento de las personas con cáncer tiene dolor debido al tratamiento específico de la enfermedad, como la radio y la quimioterapia y la cirugía. Estos afectan directamente las terminales de los nervios que transmiten dolor.
Del 3 al 10 por ciento de los afectados tiene dolor por causas que no están relacionadas con el cáncer, sino con otros factores que pueden ayudar a bajar sus defensas o generar depresión. Esto los hace más vulnerables a padecer, por ejemplo, neuralgias por virus como el herpes.
¿Se puede aliviar?
El dolor por cáncer puede ser controlado en forma adecuada en ocho de cada diez casos siempre, si se siguen unos parámetros básicos que todo paciente debe exigir.
El primero es que éste sea abordado por un equipo interdisciplinario, conformado por médicos, enfermeras, psiquiatras, psicólogos y terapeutas.
El segundo consiste en administrar analgésicos con horario fijo (reloj en mano), sin esperar a que se presente el dolor. Esto hace que las dosis se consuman antes de que el efecto de las anteriores hayan desaparecido.

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