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CAUSA ABIERTA

Otros dos muertos en persecución a pistoleros que derribaron helicóptero en Río de Janeiro

Otros dos muertos en persecución a pistoleros que derribaron helicóptero en Río de Janeiro

Al menos dos personas murieron hoy en operaciones realizadas por las autoridades brasileñas contra los narcotraficantes que el sábado derribaron a tiros un helicóptero policial en Río de Janeiro y protagonizaron un conflicto que dejó doce muertos y ocho autobuses quemados, según fuentes oficiales. De acuerdo con la Policía, dos supuestos narcotraficantes murieron en un enfrentamiento con agentes del Batallón de Operaciones Especiales en Jacarezinho, una peligrosa favela en la zona norte de Río de Janeiro y de donde habría salido parte de los pistoleros que provocaron los conflictos del sábado.
La Policía informó, igualmente, que arrestó a cuatro personas que estaban en un vehículo robado y que se dirigían a la favela del Morro de Sao Joao, otra de las barriadas pobres controladas por las bandas de narcotraficantes que generaron pánico ayer en Río de Janeiro.
Las detenciones se produjeron en una calle próxima al local en donde aterrizó el helicóptero tiroteado, pero las autoridades no informaron si los presos están vinculados a las bandas de traficantes de drogas.
Los enfrentamientos del sábado dejaron doce muertos, entre ellos dos policías que estaban en un helicóptero que explotó tras ser tiroteado y hacer un aterrizaje de emergencia, y ocho autobuses incendiados por los delincuentes.
Los conflictos, que también dejaron ocho heridos, seis de los cuales son policías, fueron provocados por una disputa entre bandas rivales de narcotraficantes por los puntos de ventas de drogas en la favela del Morro dos Macacos.
Los continuos enfrentamientos entre las bandas rivales de traficantes de drogas por el control de puntos de venta en las favelas y tiroteos entre éstas, la Policía y los grupos parapoliciales ilegales han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.
Los incidentes del sábado generaron pánico en una amplia región de Río de Janeiro y las imágenes fueron trasmitidas por redes de televisión de todo el mundo dos semanas después de que la ciudad fuera escogida como la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
De acuerdo con la prensa local, los disparos que alcanzaron el helicóptero pusieron en duda la capacidad de las autoridades para controlar los grupos criminales y retomar el control en las cerca de mil favelas de la ciudad antes de los Olímpicos.
Dos de los tiradores de elite de la Policía que ocupaban el helicóptero murieron carbonizados como consecuencia de la explosión que destruyó por completo el aparato tras su aterrizaje de emergencia en una cancha de fútbol.
Otros cuatro policías, entre ellos un capitán con una herida de bala en una pierna y un agente con quemaduras de gravedad, alcanzaron a ser retirados con vida antes de la explosión del aparato, que apoyaba una operación contra los narcotraficantes.
La Policía admitió que había recibido informaciones de sus servicios de inteligencia de que las bandas que controlan el tráfico de drogas en las favelas de Jacarezinho, Complejo del Alemán y Morro de Sao Joao habían planeado un ataque para tomarse los puntos de ventas de drogas en el Morro dos Macacos.
El refuerzo policial en dicha favela no impidió la invasión de los delincuentes y un enfrentamiento entre rivales que se prolongó toda la madrugada del sábado.
Poco después de que la Policía ocupara el Morro dos Macacos para intentar poner fin a los conflictos, desconocidos incendiaron ocho autobuses en las favelas de Jacarezinho, Mangueira y Riachuelo, que son controladas por bandas de narcotraficantes aliadas a la que intentó invadir el Morro dos Macacos.
Los ataques contra los automotores fueron atribuidos por la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro a un intento de los narcotraficantes de desviar la atención de las autoridades.

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