Brasil reaccionó y gritó campeón en Sudáfrica

Brasil logró su tercer título de la Copa Confederaciones al ganarle Estados Unidos por 3-2 la final disputada en Johannesburgo, haciendo pedazos el sueño americano, con un doblete de Luis Fabiano y un gol de Lucio, tras remontar una desventanja de dos tantos. Los norteamericanos, que habían dado ya la sorpresa al derrotar a España en semifinales (2-0), estuvieron cecra cerca de escribir la página más gloriosa de su historia, ya que acabaron el primer tiempo con un marcador favorable de 2-0, gracias a los goles de Clint Dempsey (10) y Landon Donovan (27). Pero Brasil le dio vuelta al partido gracias a un gran Luis Fabiano, que acortó distancias al comenzar el segundo tiempo (46), y anotar después el empate (74), lo que le permitió hacerse con el premio de máximo anotador del torneo, con cuatro dianas, antes de que Lucio marcara el de la victoria (84). El equipo norteamericano aplicó el mismo método que tan bien le había salido ante España en semifinales, cuando ganó por 2-0, con una gran presión en todo el campo y rápidos contragolpes. Esa fórmula le dio resultado en el primer tiempo, pero en el segundo apareció la magia brasileña.

España conquistó el tercer puesto

La Selección española conquistó el tercer puesto, gracias al duende de Dani Güiza que lideró una reacción de orgullo para escapar de la decepción, con un tanto de falta de Xabi Alonso en la prórroga (3-2), que castigó el esfuerzo de la luchadora Sudáfrica. Favorita al título, el campeón de Europa a duras penas pudo superar a un conjunto anfitrión que estuvo a escasos minutos de llevarse la victoria. En un desenlace dramático, un doblete de Daniel Güiza a las a los 88 y 89 minutos volteó el marcador tras el gol de Katlego Mphela a los 73. Todo parecía definido, pero el propio Mphela clavó un tiro libre en el segundo minuto de la prolongación.
Alonso logró finalmente asegurar la presencia en el podio del torneo al marcar su tiro libre a los 107 minutos, un remate al segundo palo. España venía de sucumbir 2-0 ante Estados Unidos en las semifinales, su primer revés en 35 partidos. La derrota también le costó el fin de una racha récord de 15 triunfos. Liberados del peso que cargaban, después de haber conseguido por lo menos el pase a las semifinales, Sudáfrica jugó con un despliegue de soltura que entusiasmo a los 31 mil 788 aficionados que acudieron al Estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo.