Brasil sufrió hasta el final para vencer a Sudáfrica en la Copa Confederaciones

Le ganó 1 a 0 con gol de Daniel Alves de tiro libre a los 42 del segundo tiempo. Los locales habían planteado un partido de mucha marca y estuvieron muy cerca de forzar el alargue. Los de Dunga definirán el título ante EE.UU. Brasil es Brasil. Y fiel a su estilo, y con la ayuda de su cuota de suerte habitual, derrotó por 1-0 a Sudáfrica y se clasificó para la final de la Copa de las Confederaciones. El único gol del partido lo marcó Dani Alves, el lateral derecho del Barcelona de España, de tiro libre, cuando quedaban tres minutos para el final del partido. El equipo de Dunga definirá el título el domingo ante Estados Unidos. Partido cerrado y sin goles. Sudáfrica y Brasil se perfilaban para definir la semifinal en el tiempo extra o en los penales. Pero Dunga mandó al campo de juego a Daniel Alves, el lateral clavó un tiro libre y se terminó el partido. Con ese acierto de su técnico y con la puntería del jugador de Barcelona para rematar de izquierda a derecha, al palo del arquero para que la pelota bese el poste y se incruste en la red, le alcanzó al equipo sudamericano para llegar a una nueva final. El entrenador de Sudáfrica, el brasileño Joel Santana, fue claro en su mensaje para encarar el difícil duelo ante Brasil: romper con el juego del rival, agruparse bien en el fondo y tratar de aprovechar un contragolpe veloz para sacar ventajas. En ese marco, lo del visitante fue pobre. Sin ideas para quebrar el bloque defensivo local y apoyándose únicamente en lo que podía entregar el talentoso Kaká. Entonces fue Sudáfrica el dueño del partido en la primera mitad. El volante Steven Pienaar se adueñó del medio y de la pelota, para que el local generar ocasiones de peligro en el arco de Julio César. Aaron Mokonea tuvo el gol con un cabezazo que se fue por encima del travesaño y después un tiro libre de Sphiwe Tshabalala provocó la buena respuesta del arquero brasileño. Lo más claro de Brasil en el primer tiempo fue un remate de Kaká desde afuera del área que se fue apenas desviado, cuando faltaban cinco para el descanso. El complemento comenzó como había terminado el primer capítulo. Con una gran presión de Sudáfrica en la mitad de la cancha y con un Brasil impreciso y sin ideas para penetrar la resistencia local. A seis del cierre, Dunga puso a Dani Alves por André Santos, el del Barsa la clavó de tiro libre cuando el partido se iba al alargue y Brasil pasó a la final. Una historia repetida.