La educación pública chilena está sumida en una profunda crisis debido a una prolongada huelga nacional de maestros que mantiene a un millón de escolares sin clases y a miles sin recibir sus raciones alimenticias, las que se pierden diariamente. La crisis se agudizó el lunes con un paro de 24 horas de los funcionarios del Ministerio de Educación y la amenaza del presidente de los padres y apoderados del Gran Santiago, Eduardo Catalán, que dio un plazo de 48 horas para que se resuelva el conflicto o "endureceremos nuestra postura en apoyo al proceso de movilización". Catalán dijo que el gobierno y los municipios "son los responsables de este paro". Los maestros rechazan el pago en cuotas del bono llamado de subvención adicional especial (SAE), que debió ser cancelado por las municipalidades, que recibieron los fondos del gobierno. El alcalde de Santiago y encargado de los asuntos educaciones de los municipios, Pablo Zalaquett, dijo que los fondos fueron gastados en otras cosas relacionadas con la educación. Los profesores del vecino puerto de Valparaíso y comunas aledañas iniciaron la paralización hace 45 días, y a ella se sumaron en las dos últimas semanas una gran mayoría de maestros públicos, unos 80.000 de todo el país. Para el martes tienen prevista una gran marcha en Santiago a la que acudirían profesionales del interior. Diariamente, decenas de miles de escolares pobres no reciben sus raciones alimenticias gratuitas porque no son enviados a las escuelas por sus padres debido a la huelga. El bono SAE surgió en 2006 y proviene del excedente de los montos destinados a sueldos, que deben ser divididos entre los maestros y que no fue pagado el 2007 ni el 2008 y que el presupuesto nacional tampoco lo contempló este año. Los fondos fueron entregados oportunamente por el gobierno a las municipalidades, según reconoció el líder de los maestros, el comunista Jaime Gajardo. Gonzalo Navarrete, presidente de las corporaciones municipales, dijo el lunes que la ley que estableció el bono "no tiene financiamiento y para poder pagarla, los municipios no tienen recursos". Los dineros acumulados para cada profesor alcanzan a cerca de 1.200.000 pesos (unos 2.142 dólares) y las municipalidades ofrecieron pagarlo en al menos tres cuotas, con dineros que el gobierno volverá a entregar y que esta vez sacará de los recursos destinados a mejorar la calidad de la educación municipal. Según expertos, es la peor del país y cuyos alumnos obtienen los más bajos resultados en las pruebas de calidad educacional y para ingresar a la educación superior. Los alumnos de los colegios públicos estudian con una subvención de 39.000 pesos mensuales, 69 dólares, mientras lo escolares de la enseñanza particular tienen entre 446 y 625 dólares al mes, diferencia que explica la disímil calidad de la enseñanza. Mientras la ministra de Educación, Mónica Jiménez, llamó a los alumnos a retornar a las escuelas donde los funcionarios ministeriales les repasarían las materias, éstos últimos amanecieron en huelga para presionar por mejoras salariales y para que empleados a contrata pasen a ser de planta.
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