Un nuevo temporal de viento causa destrozos y siembra la alarma en toda España

Cuando parecía que el tiempo primaveral ya había llegado a España, después de un par de semanas de sol y temperaturas suaves, la llegada de un nuevo temporal puso ayer a todo el país en alerta por nieve, a cotas bajas, fuertes rachas de viento y olas de varios metros de altura. Pero fue el viento, con el permiso de la nieve caída en León, Cantabria, Castilla-La Mancha y Galicia, el protagonista del nuevo temporal que se instaló ayer tanto en la Península como en Baleares y Canarias. Su fuerza provocó olas de hasta ocho metros en el Cantábrico, derribo de techos de polideportivos y de la valla fronteriza de Melilla, la suspensión de parte de las comunicaciones marítimas en el estrecho de Gibraltar y el amarre de la flota pesquera. Por su parte, la nieve también hizo de las suyas: dejó aislados algunos pueblos de la cornisa cantábrica, y los más jóvenes cambiaron las clases por un día en la nieve.

La caída de la valla fronteriza de Melilla, de unos 60 metros, se produjo en las inmediaciones de la playa de la Hípica, un punto en el que la frontera da al mar y desde el que se puede contemplar el puerto marroquí de Beni-Enzar. Según informó la Delegación del Gobierno, sobre las 23.45 horas del miércoles las rachas de viento, que en algunos momentos llegaron a alcanzar los 93 kilómetros por hora, tiraron parte de la estructura. Las intensas rachas también causaron importantes desperfectos en la nueva Estación Marítima de la ciudad, que provocó la cancelación de las salidas y llegadas de barcos.

Estudiantes sin clase

En Ceuta, una de las ciudades más afectadas por el temporal, se suspendieron las clases «en previsión de que continúen adversos fenómenos meteorológicos que aconsejan la no reanudación de las clases hasta nuevo aviso», según señaló el presidente de la ciudad, Juan Vivas. Ceuta sufrió a lo largo del día rachas de hasta 100 kilómetros por hora, aunque a media tarde la menor fuerza de las rachas de viento hizo que se rebajara la alerta de roja a naranja.

Cantabria se encontraba en alerta roja por vientos de hasta 120 kilómetros por hora, y medio millar de alumnos repartidos por pueblos de la comunidad no acudieron a clases al suspenderse algunas rutas de transporte escolar por la nieve. El viento arrancó parte del tejado de un polideportivo en Santander y aunque no hubo heridos, el ayuntamiento, para evitar nuevos sustos, decidió cerrar al público el acceso a todas las instalaciones deportivas municipales y suspender la actividad de las escuelas deportivas.

En Castilla-La Mancha, Cuenca fue la provincia más afectada por el temporal, donde más de 500 alumnos no pudieron acudir a sus clases al suspenderse 36 rutas de transporte escolar en los pueblos de la serranía por la acumulación de nieve en las carreteras. En la capital conquense la nieve llegó a alcanzar un espesor de 10 centímetros.

Sin incidentes graves

A pesar de la fuerza de este nuevo temporal, esta vez, contrario al que afectó a la Península en enero y que se cobró la vida de varias personas, no hubo incidentes graves que lamentar, excepto en Sevilla, donde una mujer de 53 años resultó herida al caerse el techo de su casa y quedar atrapada. En Madrid, los trabajos de los bomberos para retirar un panel publicitario de grandes dimensiones instalado en una azotea de la avenida de América y abatido por el viento, causó numerosos problemas de circulación en toda la zona este de la ciudad.

El temporal también produjo incidentes en varias carreteras, como cuatro heridos leves al volcar el autobús en el que viajaban en la localidad burgalesa de Tolbaños de Arriba. Para hoy, la Aemet mantiene las alertas amarilla y naranja en 46 provincias. LaVozdeGalicia.es.