Quedó aclarado el crimen del empresario Eduardo Álvarez Casaravilla, ultimado a golpes y puñaladas en su domicilio de la Rambla y 9 de junio en noviembre, informó Últimas Noticias. El autor del homicidio es un recluso del Comcar, que aprovechó una salida transitoria para robar. Entró a la vivienda, pero Álvarez llegó a su domicilio antes de lo esperado. Lo golpeó y luego ultimó de varias puñaladas. Tomó diversos efectos y roció el interior de la casa con combustible que encontró en el garaje, para quemar todo rastro que pudiera identificarlo. Los vecinos vieron las llamas y cuando llegaron los bomberos encontraros el cuerpo sin vida del hombre. La investigación determinó que entre los objetos robados había varios celulares. Si bien los chips fueron deshabilitados por las compañías, cada teléfono móvil tiene una clave interna que se utiliza en el momento de ser utilizados. El seguimiento dio sus frutos y la justicia ordenó la intervención telefónica, que llevó a la detención del recluso, a quien se le incautó la llave de uno de los autos de la víctima, que por ser una llave electrónica es única. Fue detenido y negó la autoría del hecho, pero las pruebas eran abrumadoras. El juez lo procesó por "homicidio especialmente agravado en régimen de reiteración real con un delito de incendio". Una familiar fue arrestada y se le tipificó "encubrimiento en reiteración real y receptación".
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