El canciller argentino desmiente al diario "La Nación": "yo no puedo cerrar Botnia"

El canciller de Argentina, Héctor Timerman, negó hoy haber dicho que él cerraría la papelera finlandesa UPM instalada en el vecino Uruguay en caso de que compruebe que la factoría contamina el medio ambiente. "No puedo cerrar una fábrica, no tengo autoridad", subrayó en declaraciones a la radio Mitre de Buenos Aires. Medios locales habían atribuido a Timerman haber dicho que si la papelera instalada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, vecina a la argentina de Gualeguaychú, "llega a contaminar" él se ocuparía de cerrar la fábrica. "Un canciller no cierra fábricas", insistió el jefe de la diplomacia argentina.
Timerman calificó de "muy buena" la reunión que mantuvo el miércoles con miembros de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, que ha objetado el acuerdo ambiental suscrito con Uruguay y rechaza la instalación de la planta de UPM. Tras años de controversias y un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, los Gobiernos de Buenos Aires y Montevideo firmaron hace una semana un acuerdo para el control ambiental conjunto del río Uruguay que marca su frontera común y en cuya ribera está instalada la factoría. En una rueda de prensa tras la cita con los ecologistas, Timerman dijo que "en estos días" se creará una comisión de expertos de los dos países para el control ambiental y que el acuerdo con Uruguay incluye revisiones dentro de la fábrica de pasta de celulosa de UPM. A mediados de junio pasado la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú levantó durante 60 días el bloqueo que mantenía desde noviembre de 2006 al puente que une esa ciudad con Fray Bentos con el fin de facilitar un acuerdo entre Argentina y Uruguay. El grupo ecologista no ha decidido aún si desiste definitivamente de bloquear el paso fronterizo hacia Uruguay.