Blogia
CAUSA ABIERTA

Un castigo a Munúa

Un castigo a Munúa

Peor imposible. A los 3’, Diego Polenta se hizo expulsar; antes del final del primer tiempo, Nacional quedó con nueve por la tarjeta roja a Iván Alonso; y en el complemento -cuando pese a estar en inferioridad numérica, manejaba el pulso del juego y seguía buscando el gol con las corridas de Leandro Barcia y Carlos De Pena-, en dos acciones de riesgo sobre el arco de Esteban Conde, Independiente Santa Fe marcó los tantos que firmaron la victoria 2-0 de los colombianos y comprometieron la continuidad de los albos en la Copa Sudamericana.
Fue demasiado para una sola noche. Demasiada irresponsabilidad y un peso excesivo para una estructura como la de Nacional, que parece sólida por la forma en que interpretó el fútbol en sus primeros cuatro partidos, pero aún endeble y frágil porque está en plena etapa de ablande y formación.

¿Cómo se puede explicar la reacción de Polenta en la primera jugada? ¿Y que Alonso se lleve la roja en un partido que había subido el tono, que transitaba terreno fangoso y el árbitro Orosco no parecía controlar? Le faltó lucidez y tranquilidad a los tricolores para interpretar el juego, la que intentó transmitir Munúa desde el banco, e inteligencia para entender el rumbo que había tomado el partido. Para comprender que actuar con el corazón no es sinónimo de traspasar ciertos límites que, ante un árbitro con tarjetas fáciles y una roja muy sensible, al final de un partido resultan fatales.

Es una pena por los parciales, que hicieron del Parque Central el templo del hincha tricolor. Es una pena por Gustavo Munúa, porque desde que se estrenó como DT pretendió mostrar que hay un camino diferente para recorrer. Que la teoría de que a la pelota se la trata con pies de seda, también tiene vigencia en las canchas uruguayas.

Sin embargo, ese cóctel explosivo en que se transformó el tricolor le mostró a los albos su peor costado en una noche de terror. Por esa razón, unos minutos de descontrol fueron suficientes para que Nacional se inmolara en su propio estadio.

El partido tuvo un final lógico, y acorde al inicio. Impropio para un equipo que aspira a grandes realizaciones. Sin embargo, estuvo a la altura de un conjunto que se vio desbordado por el impulso, que superó al fútbol.
Nacional fue más que su rival, y pudo llegar al gol en varias ocasiones a través de De Pena y Barcia. Mantuvo el dominio del juego ante un discreto equipo colombiano. Sin embargo, le faltó el equilibrio que exigen estas instancias. Jugó 87 minutos con un futbolista menos y eso le pasó factura. Perdió, comprometió su clasificación y tendrá que ir a Colombia a buscar el milagro.
Ovación

0 comentarios