Uruguay despliega pantalla gigante y prende velas para que el árbitro inglés "no pase factura"

El próximo viernes a las 15.30 horas, las miradas de la gran mayoría de los uruguayos estarán centradas en un solo lugar: el televisor. Es que la selección uruguaya puede seguir escribiendo historia si pasa a semifinales del Mundial de Sudáfrica 2010. Pero la misión será complicada, seguramente más que ante Corea del Sur por octavos de final. Los comandados por Óscar W. Tabárez se medirán ante sus pares de Ghana, único representante africano en cuartos de final. Según anunció hoy en Radio Carve el ministro de Turismo y Deportes, Héctor Lescano, se apostará a que varias de aquellas miradas estén dirigidas a una pantalla gigante que está siendo instalada en la Plaza Independencia. Sin dudas, una iniciativa que, de colmarse el espacio, podría conmocionar al centro de Montevideo, más si predominan los goles uruguayos en la cancha. "Hay que estar con el corazón puesto en lo fundamental, que es el triunfo celeste", afirmó el ministro. También se estudia la idea de colocar otra pantalla en la Plaza Libertad, aunque Lescano no lo confirmó por "problemas técnicos".
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que si Uruguay es finalista de la Copa del Mundo, este último partido de la máxima cita del fútbol se transmitirá en el Auditorio Adela Reta, del Sodre, y se invitará a diferentes escuelas, en el marco del programa "Pelota al medio a la esperanza", que tiene como cometido principal la erradicación de la violencia en los espectáculos. Según informó Radio Carve, Bonomi verá el partido en la fábrica de Envidrio (ya que las escuelas están de vacaciones), con los trabajadores y las personas que viven en la zona y se acerquen al lugar, además de los ex jugadores de fútbol, como Diego Aguirre y Ruben Sosa, que participan del programa. Los uruguayos aguardan con inusitada expectativa el encuentro con los africanos y "prenden velas" para que el árbitro inglés Howard Webb no le "pase factura" por el zafarrancho que hizo Larrionda al no convalidar un gol que pasará la historia y que pudo haber cambiado el curso del Mundial. Webb ya dirigió Italia-Eslovaquia, España-Suiza y Chile-Brasil. La designación ha creado polémica. La suspicacia está en que el británico fue designado luego de que la terna uruguaya encabezada por Jorge Larrionda perjudicara claramente a Inglaterra frente a Alemania en octavos de final.