¿Quién voló con una bomba a la universitaria uruguaya?

Al cumplirse el quinto mes del atentado explosivo en una casa que dejó el saldo de una mujer fallecida y un menor grave, la Justicia y la Policía continúan las investigaciones en procura de llegar al esclarecimiento del hecho. Hay sospechosos en torno al caso y se están recopilando una serie de importantes pruebas. Este lamentable episodio que conmovió a nuestra sociedad no acostumbrada desde hace muchos años a este tipo de hechos, ocurrió cerca del mediodía del sábado 3 de octubre del pasado año. Una caja de regulares dimensiones fue entregada como encomienda por personal de una empresa de transportes en una vivienda de la calle Plutarco al 3869 casi José Batlle y Ordóñez.
La recibió la dueña de casa, Miriam Mazzeo Soto, de 49 años, quien se encontraba en compañía de un menor de 14 años, amigo de su hijo, que en ese momento había concurrido a una clase de inglés.
Cuando la mujer abrió el paquete activó un detonador provocando una tremenda explosión. La onda expansiva la arrojó hacia el exterior de la casa mutilándola y causándole la muerte. El adolescente sufrió heridas de entidad y actualmente se está recuperando aunque le quedaron secuelas.
Las pericias llevadas a cabo por personal especializado del Servicio de Material y Armamento del Ejército permitieron establecer de acuerdo a los restos hallados, que la caja que le fue entregada a la mujer contenía una garrafa de tres kilos en cuyo interior fue acondicionada para recibir una mezcla de pólvora blanca y negro con un detonador.
Fue una bomba fabricada por alguien que tiene las herramientas necesarias para llevar adelante ese delicado tipo de operación.
En la grabación de las cámaras de seguridad de la empresa que entregó la encomienda, se observa a un hombre que se cubría con un casco de moto y fue quien realizó la entrega colocando como remitente a una cooperativa de plaza.
Mazzeo era directora del Instituto Superior de Educación Física (Isef) y aparentemente sólo tenía problemas relacionados con su trabajo. Había mantenido discusiones con algunos de los empleados que estaban bajo su mando.
Las investigaciones
Funcionarios de la División Homicidios asumieron las investigaciones del caso y numerosas personas fueron indagadas. Merced a sus declaraciones, se confeccionó un amplio expediente donde surgieron sospechosos y se elevaron los antecedentes a la jueza actuante.
Quedaron establecidos cómo llegó el artefacto a la casa, y se tiene la imagen del sujeto que llevó la bomba hasta el local de correo privado.
Aparentemente los pesquisantes tendrían en su poder elementos que apuntan al entorno de la mujer y allí estaría el móvil del crimen.
Hay que tener en cuenta que no todos están preparados para armar una bomba de ese tipo. Los testigos observaron ese día una camioneta blanca que luego se supo era de la empresa que realizó la entrega de la encomienda y poco después llegó un motociclista que al parecer dejó un recibo.
Cuando la mujer ingresó con el paquete pasaron unos minutos y se escuchó el estallido que prácticamente destruyó gran parte de la vivienda.
Lo concreto es que hay pistas que son analizadas y se están desarrollando las instancias judiciales correspondientes. La magistrada recibe periódicamente información de parte de los actuantes y sobre la base de las mismas efectúa las citaciones.
Es una investigación engorrosa que avanza y podría deparar sorpresas en poco tiempo.
Exigen que se aclare el crimen
Los allegados y compañeros de trabajo de Miriam Mazzeo realizaron ayer un acto en el Instituto Superior de Educación Física, conmemorando el quinto mes del trágico atentado en la casa de la calle Plutarco, en el Buceo.
Los funcionarios, la mayoría de ellos interrogados por efectivos de la División Homicidios, exigen que se aclare el caso y piden justicia ante lo que consideran un horrendo crimen, planificado y ejecutado con total sangre fría. Se presume que la intención del o los asesinos era terminar con toda la familia, pero ese día el hijo de la pareja estaba en una clase y el marido de la mujer se encontraba trabajando. El poder destructivo de la bomba demuestra las intenciones de quien o quienes la fabricaron.
Los compañeros de Miriam Mazzeo indicaron que era una excelente persona y muchos de los testimonios que aportaron fueron considerados muy valiosos.